4 HERMANOS, 4 FUTBOLISTAS

Clément reconstruye la historia de los Lenglet

El central azulgrana revela que tres clubs franceses no lo quisieron fichar cuando era un niño

Lenglet, en la ciudad deportiva del Barça en Sant Joan Despí.

Lenglet, en la ciudad deportiva del Barça en Sant Joan Despí. / periodico

Marcos López / Joan Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Viví durante tres años en Beavuais, pero cuando nació mi hermano pequeño cambiamos de sitio y nos fuimos a Jouy sous Thelle, un pueblo muy pequeño de 1.000 habitantes. Allí viven todavía mis padres. Ahora, cuando tengo un día libre, me voy para allá. Es mi casa, mi pueblo.

Fue allí cuando empecé a jugar a fútbol. Tenía cuatro años. Ahí viven mis abuelos y mi padre jugaba en ese equipo. Creo que mi padre es el primero de los Lenglet que empieza a jugar. Era medio centro. Tenía algún tío también. Mi padre ha hecho muchos trabajos. Estuvo en una residencia donde viven jóvenes que tienen problemas con sus familias. Allí los recogen y allí estaba cada noche mi padre cuidándolos. Son de familias desestructuradas. Ahora es scouting del Nancy. 

"Estaba un poco nervioso antes de hacer la prueba con el Nancy. En las dos primeras, con el Lille y Sochaux, me dijeron que no me querían. Con el Amiens, lo mismo"

Después de jugar durante siete u ocho años en el Fresneaux-Montchevreuil me voy al Chantilly, que era un club un poco más grande, con mejor estructura. Cuando tengo 13 años me voy a hacer una prueba al Nancy. Estoy tres días. Jugué, precisamente con jóvenes de toda Francia que se sometían a esa prueba. Se trataba de jugar contra el Nancy.

La decepción inicial

Claro que estaba un poco nervioso, aunque no era la primera vez. Además, las anteriores no habían salido nada bien. Pasé tres pruebas. Una en Lille, otra en Sochaux y otra en Amiens.  En las dos primeras, con el Lille y Sochaux, me dijeron que no me querían. Con el Amiens ya ni la hice. Me lo dijeron directamente. A veces, pasan estas cosas en la vida.

Ahora, por supuesto, estoy contento de donde estoy, pero eso demuestra que nada es fácil. Aunque es verdad que cuando tienes 13 años puedes estar decepcionado cuando ves que nadie te coge. Incluso tienes algo de miedo al ver que no puedes cumplir tus sueños, aunque jamás pensé en que no podría llegar. Eso me daba más fuerza para demostrar que podía hacerlo, especialmente desde que no me quisieron en las dos primeras pruebas. Tenía muchas más ganas de demostrar que podía ser un jugador de Primera División.

De lateral zurdo a central

No fue muy duro sentirse rechazado porque tengo una familia que me ayuda y me protege mucho. En el fondo, creo que me sirvió para evolucionar. Lo evidente es que no estaba entonces preparado para firmar por un club profesional. ¿De qué jugaba? Al inicio de mediocentro, como mi padre. En la posición de Zidane, un poco también de interior izquierdo. Después cada vez me iba retrasando más y más y más. Jugué de lateral izquierdo. De hecho, cuando me fichó el Nancy era para esa posición. Pero a los seis meses ya jugaba de central zurdo. 

"Es curioso lo que pasa en mi familia. Somos cuatro hermanos. Los cuatro jugamos a fútbol y, además, en posiciones distintas"

Es curioso lo que pasa en mi familia. Somos cuatro hermanos, los cuatro jugamos a fútbol y los cuatro, además, en posiciones distintas. Somos seis en total, cinco hombres y mi madre. Mi pobre madre que cada fin de semana iba, junto a mi padre, con el coche de aquí para allá, por toda Francia, llevando a sus hijos a jugar. No paraban nunca para que nosotros pudiéramos disfrutar del fútbol. Corentin es lateral zurdo, juega ahora en un equipo de la quinta división francesa que lucha por ascender. Nathin es medio centro. Alexis es delantero. Bueno, es el más pequeño y está buscando todavía su posición ideal. Y yo, central. La verdad es que se trata de algo muy raro de que los cuatro hermanos coincidamos en el mismo deporte. Pasa pocas veces".