NO CELEBRA EN CASA DESDE EL 2010

La tiranía del Barça en la Liga

El equipo de Valverde busca festejar su octavo título liguero en los 11 últimos años

Messi celebra con Suárez un gol en el Camp Nou.

Messi celebra con Suárez un gol en el Camp Nou. / periodico

Marcos López

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Es cuestión de horas. Quizá este mismo sábado. Depende del Barça. Si gana al Levante será campeón. Poco importará lo que haya hecho antes el Atlético en su duelo con el Valladolid. La Liga pertenece al Barcelona. Ha convertido el campeonato de la regularidad en el confortable jardín de Messi. Su tiranía es de tales dimensiones en la última década (será su octavo título desde el 2009), que hasta Zidane, dueño de tres Champions consecutivas, ha regresado al Bernabéu para reconquistarla.

Ha gobernado la Liga con tal autoridad que aplastó al Madrid de Lopetegui (5-1) y al de Solari (0-1)

El Barça ha gobernado esta Liga con la misma autoridad que hizo en la anterior, sin cometer grandes errores, siendo, sobre todo, intratable en el duelo con los grandes. No ha perdido ni uno solo de los duelos con Madrid y Atlético, prueba de esa incontestable fortaleza que le ha hecho imparable. Al Madrid de Lopetegui goleó en el Camp Nou (5-1). Y sin Messi. Ese fue el último partido del técnico vasco. Al Madrid de Solari le tumbó en el Bernabéu, tanto en Copa (0-3) como en Liga (0-1), que precipitaron, junto a la caída europea con el Ajax, el despido del argentino.

Con el Atlético de Simeone, más de lo mismo. Resistió en el Metropolitano (1-1) y lo abatió luego en el Camp Nou (2-0) para certificar su poderío. Es, por lo tanto, una auténtica dictadura del Barça, que solo ha dejado escapar su trono en tres ocasiones siempre en el tramo final de los ciclos de los entrenadores.

Así fue con Guardiola en el 2012 cuando fue campeón el Madrid de Mourinho. Así ocurrió también con Luis Enrique en el 2017 cuando festejó el título el Madrid de Zidane. "Es mi día más feliz como entrenador", dijo entonces el técnico francés. Así pasó con el gran triunfo del cholismo aprovechando el paréntesis de Tata Martino en el 2014 cuando la llegada de Neymar coincidió con la versión más terrenal de Messi.

O campeón o segundo

Pero ni siquiera en esos tres cursos en blanco dejó de competir el Barça por su Liga. Cuando no era campeón terminaba segundo. Más abajo no ha estado el equipo azulgrana que ha convertido cada Liga en un ejercicio de fiabilidad y, sobre todo, compromiso.

"Convertir el título en algo previsible es una gran victoria" (Valverde) 

No se ha abandonado nunca en la rutina del día a día, capaz como ha sido en todo momento de conectarse al campeonato con tanta fiereza que los rivales han sido incapaces de seguirle. "Convertir un título en algo previsible es una gran victoria",  dijo Valverde esta pasada semana, consciente del enorme valor que supone implantar esa tiranía en España.

"El título más difícil"

Por mucho que las recientes decepciones en Europa (no gana la Champions desde hace cuatro años) hayan empañado esa inmaculada imagen doméstica que proyecta el Barcelona, erigido en un coloso como la Juventus (ocho scudettos consecutivos), aunque en el camino la vecchia signora haya perdido dos finales continentales: contra el Barça de Luis Enrique precisamente (2015) y el Madrid de Zidane (2017).

Dueño de tres Champions, Zidane fija ahora el reto de reconquistar el trono liguero para su nuevo Madrid en la próxima temporada

El Paris SG tiraniza también Francia al ser dueño de seis de las siete últimas Ligas, pero no arranca en Europa. En su inesperado retorno al Bernabéu, Zidane se ha propuesto acabar con la hegemonía culé. Todavía no ha terminado esta Liga y ya ha fijado el reto.

"La Liga es lo más difícil de conseguir. Para la próxima temporada vamos a intentar empezar la Liga de la mejor manera, será algo importante ya desde la pretemporada. Hay que meterlo como primer objetivo sin menospreciar al resto de competiciones”, subrayó el técnico madridista.

Esperando el trofeo

Hace más de una década que el Barça es casi el único propietario de la Liga, impulsado por la increíble voracidad de un Messi que no entiende de jornadas burocráticas. Este sábado puede escribir una nueva página y festejar un título en el Camp Nou, algo que no ocurría desde el 2010, pendiente de que le entreguen ya el trofeo.

Con Valverde pendiente de las rotaciones, obligado como está por la cercanía del Liverpool, el Barça se asoma a otra tradición. Con un trofeo, el de la Liga, que vive esta última década ya de casi forma definitiva en el Museo del Camp Nou.