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GOLPE DEFINITIVO A LA LIGA

El Camp Nou ya canta "campeones"

Dos goles de Suárez y Messi en el ocaso de un partido marcado por la expulsión de Costa dejan al Atlético a 11 puntos y al barcelonismo en éxtasis

Luis Suárez celebra el gran gol que abría el camino del triunfo en el minuto 85.

Luis Suárez celebra el gran gol que abría el camino del triunfo en el minuto 85. / periodico

Rafael Tapounet

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Y en la jornada 31, el Camp Nou cantó "campeones, campeones”. Quedan siete partidos para concluir la competición, pero los 11 puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid (de 21 posibles) se antojan ya una distancia suficiente como para dar por finiquitada esta Liga. En un partido marcado por la prematura expulsión de Diego Costa, que dejó las disminuidas opciones rojiblancas enteramente en las manos de Oblak, la prisa de Messi por dejar abrochado el campeonato acabó dando los tres puntos al Barça, aunque los azulgranas tuvieron que esperar hasta el minuto 84 para encontrar, en un arrebato de furia de Luis Suárez, un resquicio en la imponente pared eslovena que resguardaba la portería atlética. Dos minutos después, en una jugada personal, la estrella rosarina encontró por fin la red y el barcelonismo, viéndose campeón, estalló de júbilo.

Valverde, que también quería dejar la Liga atada cuanto antes, no se guardó nada pese al importantísimo duelo que espera el miércoles a los azulgranas en Old Trafford. “Cuatro días de recuperación son suficientes”, apuntó Jon Aspiazu, mano derecha del 'Txingurri'. Así parecieron entenderlo también sus jugadores, que entraron en el partido con la intensidad y la velocidad de ejecución propias de las grandes citas, de modo que en los primeros 10 minutos ya habían llegado al área rival más veces que los dos equipos juntos en todo el partido de la primera vuelta en el Wanda Metropolitano.

Poco a poco, el encuentro fue brindando un insólito cambio de roles. El Atlético se encontraba cada vez más a gusto con la pelota y buscaba inquietar a Ter Stegen, bien resguardado por Piqué y Lenglet, en meritorias jugadas de ataque estático, mientras el Barça, cómodo este año en todos los registros, daba un paso atrás para lanzar latigazos en forma de contras vertiginosas. En una de esas, un pase de Messi dejó a Jordi Alba solo ante Oblak y el remate del lateral se estrelló en el palo de la portería rojiblanca. Minutos después, fue el guardameta esloveno el que le negó el gol a Coutinho en una estupenda acción tejida entre el brasileño y Luis Suárez.

Diego Costa se autoexpulsa

Estaba en esos momentos bonito el encuentro, pero Diego Costa, un futbolista tan agradable como los calzoncillos de un metalúrgico (apúntenle esta a Philip Marlowe), cambió el signo del duelo cuando, en el minuto 28, consideró que tal vez sería una buena idea mentar a la madre del colegiado en estilo exclamativo después de una jugada intrascendente y se encontró con una tarjeta roja que le marcó el camino de los vestuarios. Costa haciendo de Costa.  

La expulsión del hispanobrasileño destensó un poco al Barça, que, al verse con un jugador más, acaso empezó a pensar en Manchester y en la conveniencia de administrar los esfuerzos. El partido parecía invitar a los de Valverde a aprovechar su superioridad numérica para ir arriba y matar la Liga, pero, en cambio, conscientes de que un empate también les acercaba al título, los azulgranas prefirieron tirar de paciencia y no asumir riesgos que pudieran complicarles la existencia. Simeone, por el contrario, estaba obligado a buscar la victoria, así que retiró a sus dos laterales y dio entrada a Correa y Morata para que hicieran compañía a un Griezmann condenado hasta entonces a escuchar en solitario los silbidos e insultos de la grada ("Griezmann, cabrón, fuera del Camp Nou", coreó la Grada d'Animació, siempre sutil a la hora de expresar sus afectos).

Oblak, toda una muralla

Los cambios del Cholo mantuvieron con vida al Atlético hasta que Messi decidió que la Liga no podía esperar. Activado por su capitán, el Barça puso cerco al área colchonera, que en los últimos 20 minutos se convirtió para los visitantes en algo parecido a la habitación 237 del hotel Overlook de 'El resplandor', un lugar donde solo podían ocurrir cosas terribles. Oblak se las apañó para mantener a raya a los monstruos azulgranas y acreditar de paso su condición de mejor cancerbero del mundo, pero ni el gigante esloveno pudo impedir que el disparo que Luis Suárez se inventó en el minuto 84 se colara junto al palo izquierdo después de botar donde tenía que botar.

Muy poco después llegó el 2-0 que convirtió a Messi en el mejor goleador de todos los tiempos en las cuatro grandes grandes ligas europeas (con 415 tantos, uno más que Cristiano Ronaldo). Con el pitido final, el argentino se embolsó también el récord de victorias en la historia de la competición (335) y el Camp Nou celebró anticipadamente el octavo título liguero en 11 años. El décimo del 10. Toda una era.   

Barcelona, 2 - Atlético de Madrid, 0

FC Barcelona: Ter Stegen (6); Sergi Roberto (6), Piqué (8), Lenglet (8), Jordi Alba (7); Rakitic (7), Sergio Busquets (7), Arthur (7); Messi (8), Suárez (8), Coutinho (7). 

Técnico:  Valverde (7). 

Cambios: Malcom (7) por Arthur (m. 63); Aleñá (7) por Coutinho (m. 80); Semedo (sc) por Roberto (m. 84).

Atlético de Madrid: Oblak (9); Arias (5), Giménez (7), Godín (7), Filipe Luis (6); Koke (6), Thomas (7), Rodrigo (7), Saúl (6); Griezmann (7), Diego Costa (0). 

Técnico: Simeone (6). 

Cambios: Correa (6) por Arias (m. 35); Morata (5) porFilipe Luis (m. 58); Juanfran (sc) por Rodrigo (m. 88).

Goles: 

1-0 (m. 85) Luis Suárez, de disparo desde fuera del área que entra lamiendo el poste.

2-0 (m. 87) Messi, resuelve en el área una jugada personal.

Árbitro: Gil Manzano (7), extremeño. 

Tarjetas: Thomas (m. 27), Costa (roja, m. 28), Godín (m. 29), Saúl (m. 71), Piqué (m. 74); Lenglet (m. 78); Suárez (m. 86).

Estadio: Camp Nou. Espectadores: 92.453