El eterno coqueteo de Griezmann

Antoine Griezmann, poco prolijo en sus palabras y poco dado a las declaraciones monumentales, de las que suelen aplacar los ánimos de una grada que llegó, al final de la pasada temporada, hasta el silbido unánime; sigue en el mismo punto, de nuevo entre un huracán de rumores alimentados por su coqueteo constante y permanente con Barça.

Aquellos pitos provocaron unas lágrimas del delantero sobre el césped del Metropolitano que terminaron de adornar La decisión, el documental con que anunció que renovaba con el Atlético de Madrid y rechazaba la oferta del Barcelona, al menos por el momento.

Nueve meses después, nada ha acompañado, casi ningún sueño que se gestaba en La decisión se ha concretado, empezando por jugar la final de la Liga de Campeones en el Wanda Metropolitano. A estas alturas de temporada, el Atlético se agarra a un inverosímil derrumbe del Barça, con margen aún perdiendo el duelo directo, para pelear el título de Liga en un año decepcionante, eliminado de la Copa por el Girona y fuera de la Liga de Campeones con una noche trágica en Turín que todavía atormenta a los atléticos.

Todo ocurrió sin que el elegido para marcar la diferencia sobre el césped, como la marca en la escala salarial del club, hiciera acto de presencia en esas labores. El capitán Griezmann achicó agua, como todos, pero no supo tapar el agujero en el casco que terminó hundiendo el barco. La visita al Camp Nou, donde nunca ha marcado, es la penúltima prueba de la temporada para el francés, desaparecido en los momentos decisivos y lejos de la regularidad de los mejores del mundo.

La apuesta del Atlético en esta temporada fue tan ambiciosa como insostenible en el tiempo, empezando por mantener al francés con un sueldo de estrella planetaria ya sus compañeros, tan cerca de Griezmann en el rendimiento sobre el campo y tan lejos en el salario, pidiendo revisiones de contrato cada temporada.

"SE QUEDA AL 2000 POR MIL"

Enrique Cerezo, presidente rojiblanco, sigue en con su tour mediático para decir lo que no dice Griezmann, que se va a quedar en el Atlético la próxima temporada. “Se queda en el Atlético al 2000 por mil” reiteró el presidente rojiblanco en RAC1, “haría buena pareja con Messi, pero en el Atlético”, respondió en SER Esports Catalunya. Su deseo es claro, pero no puede ser una realidad sin el compromiso del jugador, a una decisión de poder marcharse, previo pago de su variable cláusula de rescisión, movediza entre los 200 millones que acordó el verano pasado y los 120 en los que se sitúa de cara al próximo mercado invernal.

Entre la decepción deportiva y la coyuntura económica de la operación, la adquisición de Griezmann se presenta como una oportunidad para el club catalán, a la espera de otra deliberación del futbolista sobre su futuro y a la posición que tome el aficionado del Barça después del despecho del último verano. "Yo no lo ficharía, más claro no puedo ser. Tuvo su momento, pero el tren pasa una vez en la vida y si lo dejas pasar, ha pasado", comentó este viernes Carles Rexach, ex jugador y directivo del Barça.

El de Griezmann fue el no más público y notorio de la historia del fútbol, retransmitido con todo lujo de detalles en un programa televisivo gestionado por la productora de Piqué, el último elemento que le faltaba a la historia. La directiva del Barcelona quedó retratada como nunca antes, amordazada por sus propios actos, con todos las vergüenzas al aire, sin posibilidad de elaborar una coartada, por inverosímil que fuera. A pesar de todo, el nombre ha vuelto a los tabloides.

LA NECESIDAD DE UN MEDIA PUNTA

Sobre su adaptación deportiva planea el tópico de que todos los jugadores buenos se entienden, pero el principal encargado de ello sería un Ernesto Valverde que todavía no se ha pronunciado sobre ello y al que se le vendría una tarea complicada, ahora que ha recibido los elogios de Simeone.

La posición de Griezmann no existe en el Barcelona actual, con la libertad por el carril central secuestrada por un Messi que, a la fuerza, tiene que ocupar el espacio en el que más cómodo se encuentra el francés. “Griezmann es otro mediapunta y el Barcelona juega sin mediapuntas. Si le fichan acabará en el banquillo porque no encontrará su sitio. El Barcelona desde luego no necesita a Griezmann, el Real Madrid quizá un poco más”, aseguró el técnico Radomir Antic este jueves en una entrevista en goal.com.

El Barcelona tendría que asignarle un puesto de nueva creación, el paso previo a reorganizar el organigrama ofensivo del equipo, para el que siguen aguardando a la explosión de Dembélé y el aterrizaje de Coutinho, mientras esperan que les atropelle la jubilación de Suárez.