El Barça encarrila los cuartos de final en el Mini (3-0)

La Champions femenina es también “esa Copa tan linda y deseada” como verbalizó Leo Messi para los hombres. Acaso más, por ser la mayor opción de título de la temporada del Barça, aunque queden cuatro partidos por delante. Eliminadas de la Copa, dependientes del Atlético en la Liga, el equipoide las chicas encarriló el acceso a las semifinales europeas con una brillante victoria sobre el LSK KVinner, al que arrolló (3-0) en un gran partido.

Un gran partido con una media hora inicial avallasante, acomplejante, en el que se consiguieron los tres goles. Las noruegas disputaban su primer partido de la temporada tras el largo descanso invernal (su último partido oficial fue el 11 de noviembre) y se toparon con un Barça que las puso dolorosamente en órbita. Se despertaron de golpe y pronto, con dos goles de Toni Duggan y otro de penalti de Mariona Caldentey que las inhibió por completo.

Goles y juego

No se trató solo de goles. También de juego. El Barça tomó la pelota, se desplegó con el 4-3-3 y las encerró en su parcela. Fue tal la superioridad azulgrana que parecía mentira que estuvieran enfrentándose a las hexacampeonas de Noruega en los últimos siete años, con cuatro dobletes ligando además la Copa. Había una explicación, además del fuerte ritmo impuesto por las azulgranas, la enorme efectividad en los tres primeros remates (tres goles) y unas prestaciones técnicas impecables.

El juego no decayó en ningún momento. El Barça se apoderó de la pelota y gestionó los tiempos para que el Kvinner careciera de ninguna iniciativa. El hecho de marcar tan pronto fortaleció la serenidad local para mover la bola de lado a lado, como había reclamado Lluís Cortes, el entrenador, a través de la majestuosa Kheira Hamraoui ahorrándose trámites en la circulación.

Doblete de Duggan

El Kvinner basculó de lado a lado, pero nunca llegó a tiempo pese al repliegue general: todas las jugadas, todos los intentos azugranas llegaron con centros al área: el primer gol, con uno de Torrejón; el segundo, con uno de Lieke Martens. En ambos, la destinataria fue Duggan, que remató al primer toque avanzándose a las centrales.

Era el primer partido de las noruegas tras el parón invernal: se despertaron de golpe del letargo

El Barça pasó de la magnitud del Metropolitano a la fría familiaridad del Miniestadi, que no se llenó para ver un partido de Champions. Con mucho peor horario, sin duda. Ni el 10% del aforo del domingo suscitó el duelo que, sin embargo, ofreció otra gran versión barcelonista tres días después. Se vio un equipo pletórico y alegre, entusiasta por el valioso triunfo liguero ante el Atlético que llenó los tanques de ilusión para abatir al Kvinner. Tan convincente como nada definitivo. El 0-2 del Madrid sirvió para evitar la despedida anticipada de la Liga y el 3-0 encauza mucho la clasificación.

La vuelta, en una semana

Pero mucho. Parece tan improbable que el cuadro nórdico cambie tanto en una semana (la vuelta es el 27 de marzo) para voltear la eliminatoria como que el Barça se relaje ante la gran ilusión, la mayor, de llegar a la semifinal o a la final de la Champions evolucionando con la parte favorable del cuadro, con las ogras (Olympique Lyon, Wolfsburgo, Chelsea, PSG) por el otro camino. Las hipotéticas rivales del Barça saldrán de la todavía incierta eliminatoria entre el Slavia de Praga y Bayern Múnich (1-1).

No será sencilla la vuelta por el frío y el estado del terreno y por la inevitable reacción que deberá provocar el entrenador del Kvinner en el grupo. Solo un remate de cabeza en un córner, solventado con una excelente parada de Sandra Paños como único bagaje ofensivo, sin tener en cuenta un penalti de Melanie que la árbitra no consideró. Ni a partir del descanso se intuyó la teórica calidad de las noruegas, inofensivas los 90 minutos. Se salvaron de un desastre mayor porque al Barça le faltó acierto en sus remates.