DI STÉFANO, PELÉ, CRUYFF, MARADONA

Messi, la síntesis de los genios

Ver jugar al astro argentino significa ver desfilar la historia del fútbol porque reúne los mejores detalles de las grandes estrellas

Messi agradece al público del Villamarín su ovación tras el 1-4.

Messi agradece al público del Villamarín su ovación tras el 1-4. / periodico

Marcos López

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Ver a  Messi significa ver desfilar la historia del fútbol. Juega Leo dejando rastros que pertenecían en el siglo pasado a Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona. Juega Leo fusionando los genios que han dominado este deporte desde hace más de 60 años, capaz como es de reconstruir visualmente diversas épocas. Gobierna los partidos como si fuera Di Stéfano, que iba de área en área, resulta letal ante el gol tal si fuera Pelé en el Santos, maradonea como hizo Diego durante pocos años e irradia la dictatorial elegancia que transmitía Johan con el balón en los pies hasta clonar su insólito penalti. 

Va mucho más allá de récords colectivos (está a punto de alcanzar su décima Liga con el Barça, octava en la última década) o de la tormenta de goles que ha creado (591 goles de azulgrana) o de registros individuales (suma 29 en las 26 jornadas de Liga que ha disputado), incluso de su generosidad (con 12 asistencias también lidera este aspecto).

César, Alcántara, Zarra...

Messi ha ido desempolvando, uno a uno, todos los recuerdos que eran patrimonio de antiguas leyendas. Puso en el escaparate a César, un goleador de cabeza prodigiosa, a quien arrebató el registro de máximo goleador en partidos oficiales con el Barça (2012), luego devolvió el protagonismo a Paulino Alcántara (2014) antes de destronar a Zarra (2017) para quedarse en solitario en la cima.

Al Betis le marcó tres goles: el primero pareció una falta de Koeman, el segundo una jugada de Ronaldo y el tercero de Romário

 A cada partido que juega evoca cada uno de esos grandes detalles. Tampoco hace falta irse muy lejos. El domingo, sin ir más lejos, rescató el recuerdo de Koeman y sus faltas imparables con el 0-1 que silenció al beticismo. En el 0-2, y tras una maravillosa asistencia de Suárez con un taconazo imposible de imaginar y, quizá, de ejecutar, Messi dio un fugaz disparo al primer toque. Tal si fuera Ronaldo, el ahora presidente del Valladolid. Llegó al área y se marchó sin que nadie lo detectara, a pesar de que estaba siendo perseguido por hasta tres defensas béticos, obligando a Quique Setién a bucear en su memoria.

"No he visto ningún jugador como Messi en toda la historia. Lo lleva haciendo desde hace 12 años. No sé si Pelé tuvo la continuidad de Messi. Es un lujo haber coincidido cada domingo viéndolo jugar así desde hace 12 o 14 años", confesó el técnico del equipo andaluz. "Esa jugada del 0-2 es de dibujos animados", reveló Setién, orgulloso de que su afición se pusiera en pie para festejar la obra de arte que construyó Messi en el 1-4, un gol que no había marcado antes por mucho que se me asemeje al firmado ante el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López. 

"No he visto a ningún jugador como Messi en toda la historia. No sé si Pelé tuvo la continuidad de él. Lo lleva haciendo desde hace 12 años" (Setién, técnico del Betis)

Faltaba ese tanto que le emparentaba con Romário. Similar, pero no igual. El brasileño dibujó una vaselina sublime a Abel, el guardameta del Atlético, en el Camp Nou. Lo de Leo, en cambio resultó distinto. No estaba de frente a la portería de Pau López. Ni este se hallaba mal colocado cuando Messi selló su pie izquierdo en la pradera del Villamarín antes de detectar un ángulo imposible.

Lo complejo es imaginar ese disparo, lo utópico casi es realizarlo con tanta delicadeza provocando un instante mágico levantando a miles de aficionados béticos para olvidarse de que era el 1-4 y festejarlo como si fuera uno de los suyos. En realidad, Messi juega en el Barça, pero pertenece al fútbol porque permite reconstruir la historia del juego a través de su figura.

Acabada su majestuosa obra (tres goles al Sevilla; otros tres al Betis en menos de un mes), Leo agradeció públicamente a Valverde su nuevo orden táctico -cómodo y arropado por el 4-4-2- y se puso a trabajar en Madrid con la selección argentina. Vuelve a vestirse la albiceleste tras nueve meses de ausencia torturado por la caída en el Mundial de Rusia. Ahora es otro Messi, que no tiene tiempo ni tampoco ganas de recrearse en esa permanente reinvención.

"Nunca diré que Messi es mejor que Maradona y tampoco lo contrario. Diego era más artístico, más apasionado. Pero Messi es más concreto" (Jorge Valdano) 

Ni el propio Messi se pone límites, consciente de que se halla a tan solo 16 partidos de firmar el tercer triplete de la historia del Barça tras Guardiola (2009) y Luis Enrique (2015). Obliga Messi en ese inacabable paseo por el pasillo de los genios a posicionarse. "Nunca diré que Messi es mejor que Maradona y tampoco lo contrario", dijo Valdano en Onda Cero. "Es muy difícil comparar épocas. Cada uno tiene sus cosas. Diego era más artístico, más apasionado. Pero Messi es más concreto", añadió. Leo es la síntesis de todos ellos.