LA AUTOCRÍTICA

Piqué: "No hemos jugado bien"

El defensa lanza un mensaje al Barça para que reaccione si no quiere pasarlo mal en el inminente retorno a la Champions

Piqué felicita a Messi tras su gol de penalti al Valladolid ante Prince Boateng.

Piqué felicita a Messi tras su gol de penalti al Valladolid ante Prince Boateng. / periodico

Marcos López

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No es una mala racha. Ni tampoco algo pasajero. De pronto, y justo en las puertas del retorno a Europa, el Barça se ha apagado. Es literal. Se ha quedado a oscuras, siendo un equipo desamparado, incapaz de ganar partidos con autoridad, sufriendo como ha sufrido con tres empates consecutivos (Valencia, Madrid, Athletic) antes de ganar al Valladolid. De penalti, eso sí. Pero el verdadero problema es que el equipo de Valverde ya no gobierna a través del juego. Ni mucho menos.

"No hemos jugado bien. No ha sido un gran partido", contó Piqué, reconociendo que "la única buena noticia ha sido la victoria". No le falta razón al central, curiosamente uno de los mejores jugadores en medio de tan sombría noche. La autoridad de Piqué unido al talento de Messi brillaron entre tanta mediocridad que desprendía el fútbol azulgrana. "Las sensaciones no han sido buenas, debemos mejorar", reclamó Piqué.

Equipo hibernado

Se dirigía el defensa, uno de los capitanes, a sus compañeros. Tampoco hacía falta. Ellos son los primeros en asumir que están muy por debajo. Basta ver, por ejemplo, la aparición de Luis Suárez en la media hora final del partido desaprovechando ocasiones. Una tras otra. No parecía Luis. Era como si alguien le hubiera usurpado su camiseta de nueve. "Para el martes debemos mejorar porque sino lo pasaremos mal en la Champions", advirtió Piqué.

"Para el martes debemos mejorar porque sino lo pasaremos mal en la Champions" (Piqué) 

Ese es el drama del Barça. Es como si hubiera hibernado. Ni rastro de ese equipo sólido -el Valladolid llegó cuántas veces quiso al área de Ter Stegen, por mucho que su puntería fue un desastre- y ni rastro tampoco de gobernar el partido controlando la pelota. Eso pertenece, sin duda, a otra época porque ni siquiera con el 1-0 a favor supo interpretar lo que pedía y demandaba el partido.

Sin fluidez ni juego

"Debemos mejorar, debemos mejorar…". Ese era el mantra que pedía Piqué al equipo, consciente de que esa débil imagen que trasladan en las últimas semanas les expone a vivir un accidente en Lyón. O mejorar o el fantasma de Roma, aquella trágica eliminación europea, comenzará a sobrevolar. "Debemos encontrar fluidez, debemos encontrar el juego", sentenció el defensa.

"Si no movemos el balón a más velocidad y no hacemos las ocasiones nos convertimos en un equipo débil" (Piqué) 

O sea, fluidez y fútbol. O fútbol y fluidez, dos elementos que ahora mismo no tiene el Barça, que ha entrado en una crisis de autoestima cuando se abren las puertas de las curvas decisivas de la temporada. "Si no movemos el balón a más velocidad y no convertimos las ocasiones nos convertimos en un equipo más débil", subrayó

El problema es que la primera mitad deja un elevado poso de inquietud entre el propio equipo, consciente de que si repite esa versión en Europa lo acabará pasando mal. Ni siquiera puede agarrarse Piqué a la densidad del calendario. Tampoco quiere. "Claro que hay muchos partidos y las piernas pesan, pero esta semana la tuvimos de descanso", recordó el defensa. Ni así tiene argumentos el Barça para defenderse de esa más que evidente caída en su rendimiento, justo después de lograr la gesta de eliminar al Sevilla en los cuartos de final con un rotundo 6-1. Desde entonces, el equipo se busca sin éxito. "No encontramos las sensaciones que queremos", dijo Piqué.