Cómo golear al Madrid sin Messi ni Dembélé

El FC Barcelona ya sabe lo que es ganar (y golear) esta temporada al Real Madrid en el Camp Nou sin Leo Messi ni Ousmane Dembélé. Con el argentino en la grada convaleciente de una fractura de radio y el francés en el banquillo por decisión técnica, el equipo de Ernesto Valverde se impuso el 28 de octubre al eterno rival por 5-1 en el último partido de Julen Lopetegui como técnico madridista. Mucho han cambiado las cosas desde entonces en el vestuario blanco, pero aquel precedente liguero puede aportar ahora algunas pistas sobre las opciones que tiene Valverde a la hora de componer una delantera de urgencia si finalmente ni Messi ni Dembélé están en condiciones de disputar el Clásico de Copa.

Aquel día, el 'Txingurri' alineó a Sergi Roberto, Piqué, Lenglet y Jordi Alba en defensa, Sergio Busquets, Rakitic y Arthur en la zona media y Rafinha, Luis Suárez y Coutinho en el ataque. Con esos hombres, el Barça dominó con autoridad el juego en la primera parte, gracias en buena medida al sensacional despliegue de Jordi Alba por la banda izquierda, donde ni Bale ni Modric ayudaron en lo más mínimo a Nacho a contener las irrupciones del lateral de L’Hospitalet. Los azulgranas llegaron al descanso con dos goles de ventaja, obra de Coutinho y de Suárez (de penalti), pero la renta pudo haber sido más alta.

Un cambio fundamental

El Madrid despertó tras la reanudación. Marcelo recortó distancias y Modric envió un balón al palo. Fue entonces cuando Valverde empezó a mover sus piezas. Retiró del campo a Rafinha, hizo salir a Semedo para que ocupara el lateral derecho y adelantó la posición de Sergi Roberto, que supo explotar con lucidez los déficits de Marcelo en defensa y se convirtió en el socio ideal de Suárez, al que asistió en el tercer y en el cuarto gol de la cuenta barcelonista. Arturo Vidal, que había entrado poco antes por Arthur, cerró el marcador al culminar una jugada de Dembélé, que había ocupado el lugar de Coutinho.

Ausente Rafinha, que se recupera de una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, y cada vez más asentado Semedo en el lateral (el portugués fue de lo mejor del Barça en la funesta primera parte ante el Valencia), Sergi Roberto se perfila como una alternativa válida para completar el ataque azulgrana. Una línea en la que ni Malcom ni Boateng han dado hasta ahora señales de poder afrontar con la confianza necesaria un envite de la magnitud del Clásico. El de Reus, por el contrario, garantiza inteligencia táctica, trabajo en la presión y buen entendimiento con Suárez. Y, además, un dato nada despreciable, suele firmar grandes actuaciones en los duelos con el Real Madrid.