EL BRILLO DE LA ESTRELLA

Messi: el ruido y el silencio

El astro conmueve con sus dos goles y una posible lesión en el muslo derecho al ser atendido en la banda

Leo Messi, atendido en la banda durante la segunda mitad del Barça-Valñencia

Leo Messi, atendido en la banda durante la segunda mitad del Barça-Valñencia / periodico

Joan Domènech

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Si no es noticia que marque goles, porque bordea los 600 conseguidos con el Barça, lo es que Leo Messi se lesione. El hombre que despierta el más infernal de los ruidos en el Camp Nou, es capaz de provocar el más absoluto de los silencios. Los goles al Valencia despertaron el rugido de la masa, pero las manos del fisioterapeuta sobre su muslo derecho causaron el desasosiego de la hinchada.

La reacción espontánea del culé al ver a su héroe herido es de un estupor contagioso que se transmite desde la grada hasta el césped. “El Valencia nos ha apretado y nos hemos ido un poco abajo”, verbalizó Carles Aleñá del momento en el que Messi se acercaba al banquillo y reclamaba la asistencia médica.

Las cámaras dejan el juego

No solo los culés dejaron de mirar al juego; hasta las cámaras de televisión se olvidaron de la pelota para fijarse solo en el capitán del Barça sentado en el césped. El Camp Nou calló: el partido podía no ganarse, y eso solo sería el mal menor si esa lesión de Messi le impide jugar ante el Madrid en la semifinal de Copa. El hecho de haber marcado un doblete al Valencia crecía de relevancia alguna: le había metido tres triples en anteriores ocasiones e incluso un póquer. A Messi los dobletes le sobran. Hace triempo que traspasó el primer centenar.

“Tenemos que esperar a las pruebas”, dijo Ernesto Valverde, que tambien calló. Calló el diagnóstico que, a buen seguro, le adelantaron los médicos tras atender al jugador y al final del partido. “Me gustaría ser claro y decir qué tiene, contar una película. Pero no sé, tendrá alguna pequeña molestia”, añadió, sin aclarar si había recibido un golpe o era una sobrecarga muscular lo que motivó el largo masaje de un cuidador en la cara interna del muslo derecho.

"No puede estar muy mal"

"Imaginamos que no puede estar muy mal”, concluyó. Fue la frase más clarificadora. El día que se hizo daño de verdad (ante el Sevilla, el 20 de octubre), con la fractura en el radio del brazo derecho, se fue disparado al hospital desde el estadio. El club aclaró luego que Messi tenía fiesta este domingo y la exploración ya se le había efectuado en el vestuario.

Ya se verá si Leo se recupera y está listo para el miércoles. En el fondo, se tratará de decidir si se asumen riesgos o no en una semifinal de Copa y ante el Madrid. En otros tiempos, los culés andarían rezando por la salud de su capitán y con los pelos de punta por la llegada del eterno rival. Un sentimiento atávico arraigado en el barcelonismo, pese a que el precedente más inmediato, hace apenas tres meses, recuerda que el equipo le endosó 5-1 al Madrid sin Messi.

Seis centrales y un lateral zurdo

Lo que se sabe con certeza es que Jordi Alba no estará en San Mamés la próxima jornada. Por sanción. Es uno de los insustituibles, como Messi. Y también, en su caso, en sentido literal. No hay otro como él en la plantilla. No hay otro lateral izquierdo.

Es insólito, pero es una evidencia. La plantilla del Barça tiene seis centrales (Piqué, Lenglet, Vermaelen, el lesionado Umtiti, Murillo y el francés Todibo, fichado esta semana, nuevo propietario del dorsal 6) y no tiene un segundo lateral izquierdo que suplante a Alba ante una adversidad. Jugó Miranda en el campo del Levante y jugó Sergi Roberto en la Liga en su ausencia. En Bilbao habrá un vacío, aunque el Barça jugará, con toda seguridad, con once.