Un Barça con resaca tropieza ante el Valencia

Empate y gracias. 2-2. En un partido extraño, desnaturalizado de inicio por la insólita alineación que dispuso Ernesto Valverde sobre el verde, el FC Barcelona se dejó dos puntos en el choque liguero frente a un Valencia que se limitó detectar y aprovechar las concesiones del cuadro azulgrana, que no fueron pocas. Pesaron sin duda la resaca de la goleada del miércoles ante el Sevilla y la distracción que supone la tormenta de clásicos que aguarda a la vuelta de la esquina, pero ello no justifica el juego del equipo local, especialmente  en una primera parte disparatada que fue una continua invitación a la parroquia a llenar de palabrotas el ambiente, por así decirlo.

Afición ciclotímica donde las haya, la hinchada barcelonista ha pasado en solo tres días de encogerse de hombros ante la posibilidad de ver a su equipo apeado de la Copa del Rey a excitarse de manera casi pornográfica ante el inminente duelo copero con el Real Madrid. Enmedio ha quedado la Liga, diríase que convertida en un asunto casi menor. Así, al menos, pareció sugerirlo el once inicial decidido por el técnico azulgrana, con Vermaelen en el centro de la zaga, Sergi Roberto jugando como lateral izquierdo y un centro del campo experimental formado por Rakitic, Arturo Vidal y Aleñá.

La alineación de Valverde le planteó a su equipo dos problemas de orden mayúsculo. Con la posición de Sergi Roberto, obligado a jugar a pierna cambiada y desplegado junto a un interior también diestro como Coutinho, las maniobras de ataque azulgranas tendían a irse siempre hacia el centro, donde al Valencia le bastaba con amontonar hombres para no pasar demasiados apuros. Por otro lado, el escaso rigor posicional de Arturo Vidal dejaba un espacio en el pasillo central que tanto Wass como Parejo se dedicaron a explotar con aviesos propósitos en rápidas transiciones.

Doble golpe del Valencia

El primer aviso del Valencia llegó ya en el minuto 2 de partido, con un remate al palo de Cheryshev tras una estupenda intervención de Ter Stegen. Menos fortuna tuvo el Barça en el minuto 23, cuando Parejo y Rodrigo lanzaron un contraataque por el mencionado corredor de la muerte y Gameiro fusiló a placer al guardameta azulgrana. Poco después, una jugada muy parecida acabó con un penalti de Sergi Roberto a Wass que Parejo convirtió en el 0-2.

La posibilidad de darle la vuelta al partido con los hombres que había sobre el césped empezaba a antojársele al barcelonismo tan remota como la hegemonía del esperanto. Solo en la banda derecha, con las subidas de Semedo, encontraban los de Valverde algo de oxígeno, y por ahí llegó la acción que desembocó en el derribo de Lato al lateral portugués. Undiano Mallenco pitó el penalti justo antes de que Messi anotara un gol. Si la revisión del VAR hubiera rectificado la decisión del árbitro, el marrón habría sido bonito, pero no hubo caso y el astro argentino recortó distancias desde los 11 metros.

Otro doblete de Messi

Valverde movió el banquillo en el descanso e hizo entrar a Jordi Alba, pero no por Sergi Roberto, como parecía natural, sino por Semedo, tal vez el mejor futbolista local en la primera parte. En cualquier caso, el juego se volcó ya de forma definitiva sobre el campo visitante, con el Valencia acostado sobre su área, pero solo Messi encontró la rendija para batir, con un disparo desde fuera del área, al formidable Neto.

El empate no hizo cambiar el panorama. Ni la comparecencia de Arthur, en un momento en el que el partido reclamaba quizá más vértigo que control, ni la tardía aparición de Malcom, que dio relevo a un Coutinho nuevamente improductivo como un huevo de colibrí, sirvieron para activar el ataque barcelonista frente a la ordenada zaga che. Al final, justo reparto de puntos y a pensar en la copa con la avidez de un dipsómano. Allí, acodado en la barra y con el mondadientes en la boca, espera el Madrid.