A FAVOR DE SU CONTINUIDAD

El vestuario arropa a Valverde

Piqué dice que le "encantaría" que el técnico continuara una temporada más y elogia su "gestión y calma"

Valverde da instrucciones a sus jugadores en el Getafe-Barça.

Valverde da instrucciones a sus jugadores en el Getafe-Barça. / periodico

Marcos López

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No tiene prisa Valverde para decidir sobre su futuro. Mantiene que existe “buena sintonía” con el club, pero se toma su tiempo para decidir si continuará en lo que sería su tercer (y último) año de contrato. La directiva, entretanto, aguarda expectante la decisión del técnico, mientras la plantilla, casi sin necesidad de que se le pregunte, expone abiertamente su postura. Quiere que el Txingurri siga otro año más.

No solo por lo que ha hecho en el campo, reconstruyó al Barça tras la marcha en pleno mes de agosto del 2017 de Neymar al Paris SG, sino por el sosiego y calma que proyecta en el día a día. El vestuario arropa a Valverde. Con palabras y con gestos.

La plantilla lo arropa con palabras y también con gestos agradeciendo la calma que transmite al entorno

Lo arropa con una excelente reacción en la Liga tras la traumática derrota en el Camp Nou ante el Betis (3-4), prólogo se pensó entonces de tiempos tumultuosos, coincidiendo, además, con la explosión del ‘caso Dembélé’. Y, además, lo arropa con palabras que van más allá de lo puramente protocolario.

"Nos encantaría que continuara", dijo Piqué tras el valioso triunfo en Getafe Piquéque ha permitido al Barcelona abrir un serio hueco con el Madrid (lo tiene a 10 puntos) y alejarse también del Atlético, que es segundo, a cinco puntos, y del Sevilla, que ocupa la tercera plaza con siete puntos menos que los azulgranas. "Lo mejor y lo más normal es que el míster siga", apuntó Rakitic, uniéndose así a la tesis defendida por el central barcelonista.

Respetar los tiempos

La plantilla respeta los tiempos marcados por Valverde. Todavía no toca hablar de su renovación. Al menos, en el despacho de Eric Abidal, el secretario técnico, y Pep Segura, el mánager general deportivo del club. Hay “buena sintonía” y tiempo para abordar este asunto. “Yo creo que es más una cuestión del míster y del club. Por supuesto que nosotros estamos muy contentos con él y con todo el cuerpo técnico”, subrayó Rakitic, ensalzando la ductilidad que muestra el entrenador, capaz de adaptarse a todos los escenarios.

"Lo mejor y lo más normal es que el míster siga" (Rakitic)

Y, sobre todo, especialmente valiosa resulta esa "calma", como contó Piqué, en los momentos de crisis que sacuden cíclicamente al Barça. "La continuidad es decisión de Valverde y se va a respetar pero nosotros estaríamos encantados de que continuase", insistió el tercer capitán azulgrana, situado en el escalafón de la jerarquía tan solo por detrás de Messi, el primero, y Busquets, el segundo.

"Está haciendo un gran trabajo. La gestión que lleva con su naturalidad y su calma está dando resultados y está demostrando que funciona", añadió Piqué, consciente de que el técnico ha sepultado con su discreción casos espinosos como la crisis de los emoticonos de Arturo VidalArturo Vidal o los continuos episodios de indisciplina de Dembélé.Dembélé

Los descartes de Munir

Ambos, por ejemplo, se han instalado en la titularidad demostrando la capacidad del entrenador para arrinconar líos personales. De ahí, que el trabajo de Valverde, un técnico de club por encima de cualquier otra consideración, sea tan bien valorado en el interior del vestuario, unido a su natural conexión con Messi. Por ejemplo, una vez el Barcelona sabe que Munir no quiere renovar antes de que acabe su contrato el próximo 30 de junio ha desaparecido de las convocatorias.

Fue descartado ante el Celta en el último partido del 2018 y tampoco entró en la lista del primer choque del 2019 ante el Getafe. Faltará comprobar ahora si el técnico recurre a Munir el jueves en la Copa ante el Levante o prioriza el retorno de Malcom, el fichaje más caro de este verano, que sí viajó al Coliseum Alfonso Pérez, aunque no jugó ni un minuto. Esa gestión de Valverde satisface a Piqué. Y al vestuario.