EL ANÁLISIS TÁCTICO

Las claves tácticas del Getafe-Barça: La pillería de Messi

El astro argentino sostuvo al equipo de Valverde en Getafe con su fútbol y su compromiso

Messi marca el 0-1 del Barça al Getafe.

Messi marca el 0-1 del Barça al Getafe. / periodico

Marcos López

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1.- Leo, el más listo de la clase (de nuevo)

Messi no solo marca goles espectaculares. Messi no solo deja jugadas para el recuerdo. Messi, además de todas esas rutinarias maravillas, también es capaz de recoger un balón sin aparente peligro en la jungla defensiva del área del Getafe para anotar el 0-1 y calmar a un Barça que empezó nervioso.

Tanto que no dominaba el partido como pretendía. Pero, poco a poco, y a través del gobierno de la pelota, Messi comenzó la reconstrucción gracias a su pillería. No es fácil aprovecharse de un simple descuido del ejército de Bordalás, un técnico que ha construido un Getafe sumamente rocoso.

Pero Leo, después de que Arthur intentara conectar con un pase aéreo con Luis Suárez, halló el tesoro que buscaba. No lo logró en su primer disparo, colándose entre las piernas de David Soria. Pero el posterior rebote permitió a la estrella argentina anotar el primer gol del año, algo que ya es tradición. Luego, Messi empezó a deshojar el libro de asistencias espectaculares para Suárez, Arthur, además de lanzar la falta lateral en el prólogo del 0-2 de Luis Suárez. Cuando se puso serio Leo, el Barça, como es costumbre, vivió tranquilo. Muy tranquilo.

2.- Los problemas para defender los centros laterales

Nada más empezar el partido, el Barça demostró los problemas que tenía para resolver los centros laterales del Getafe. Así, por ejemplo, llego el gol anulado a Mata, preludio de lo que sucedería en el tramo final de la primera mitad. Esa acción que enervó a la afición del equipo madrileño llegó por una falta, o así lo entendió el árbitro, de Ángel sobre Lenglet, que anuló el remate posterior. No valió para nada ese gol de Mata que ejerció, curiosamente, de despertador para un Barcelona que había comenzado dormido el choque.

Tuvo problemas el Barça en la segunda parte para gobernar el partido

La historia, sin embargo, se repitió en los instantes finales de la primera parte cuando Antunes, desde la banda izquierda, colgó un balón al segundo palo para que Ángel asistiera, de nuevo, a Mata. Todo ocurrió en el área pequeña de Ter Stegen, prueba de la descomposición defensiva azulgrana, capaz de hacer hasta fuego amigo como esa envenenada asistencia de Arturo Vidal al meta alemán. Tan envenenada como la de Lenglet en la segunda mitad. De lío en lío.

3.- La templanza de Arthur y el valor de Rakitic

En teoría, Rakitic era el medio centro del Barça. El hombre destinado a suplir la ausencia de Busquets, que había tenido una semana complicada porque se perdió un entrenamiento por motivos físicos. En teoría, el croata debía asumir esa función. En realidad, Rakitic ejerció de tercer central, incrustado entre Piqué y Lenglet. Pero mucho más fijo que en otros partidos, especialmente en el inicio de la jugada ofensiva porque eso permitía a Arthur y Arturo Vidal ocupar la zona ancha del centro del campo.

Valverde colocó a Rakitic para iniciar el juego a la altura de los dos centrales

De esta manera, el Barça jugaba con 3-2-4-1 teniendo a Suárez como delantero centro, mientras Sergi Roberto (banda derecha) y Jordi Alba (banda izquierda) completaban una línea con Dembélé y Messi. Era un dibujo nuevo con funciones también nuevas.

Especialmente para Rakitic y, por supuesto, para Arthur quien, a pesar de que vio pronto una cartulina amarilla, gobernó el partido con mucha sabiduría. Más de lo que aparentaba, sobre todo en una noche volcánica porque el Getafe llevó el encuentro a su territorio. Y ahí al joven brasileño no le tembló el pulso para pedir el balón y empezar a dar pases para intentar calmar a un Barcelona que nunca vive cómodo al sur de Madrid.