Valverde: "Ha sido un accidente"

Valverde se quedó paralizado. Iba consumiéndose su equipo en Butarque y ni rastro del Barça. O de lo que debía suponerse que es (o era) el Barça. A la sexta jornada encajó la primera derrota, algo que no había sucedido la pasada jornada hasta la penúltima, a mediados de mayo. Ese es el verdadero síntoma de la gravedad de la caída azulgrana. Ni un gesto de rebelión tuvo el campeón. Ni uno solo.

 "Esto es fútbol, puede pasar", se limitó a decir el técnico. "Cuesta explicar las cosas que ocurren porque tienes un partido controlado y en un minuto se te escapa con dos goles de esta manera", admitió Valverde.

"Un gol no es renta suficiente porque siempre estás expuesto a un accidente" (Valverde)

Paralizado y sin explicaciones para la estruendosa caída del Barça en el campo del Leganés. "Un gol no es renta suficiente porque siempre estás expuesto a un accidente", contó el entrenador, quien trazó una idea base y de ahí no se apartó, a pesar de que se esperaban más explicaciones para una derrota inexplicable. "Ha sido un accidente".

Avisos en vano

De accidente tuvo poco porque el Barça, como ya le pasó en Valladolid (ganó sufriendo) y en Anoeta (ganó sufriendo), ya iba enviando mensajes de esa caída. Ni siquiera el empate del Girona le sirvió de serio aviso. "Se nos han ido cinco puntos en tres días difíciles de explicar por cómo han sido los partidos", afirmó el entrenador, sin poder articular un argumento deportivo para justificar tal descomunal caída.

"Hemos empezado bien el partido, dominando el juego", afirmó Valverde. No le faltaba razón. Dominaba, y con claridad, en los primeros 25 minutos, pero después se desconectó de forma incomprensible. "No hemos tenido capacidad de generar muchas ocasiones cuando se metieron atrás. Había mucho tráfico", añadió.

Dimisión del equipo

Mucho tráfico y pocos recursos. "Hubo una doble ocasión, pero no pudo ser", dijo Valverde en alusión a la doble oportunidad de Coutinho y Rakitic, repelida en ambas ocasiones por un soberbio Cuéllar. El drama, el auténtico drama, es que el Barça dimitió del partido con el 2-1. Dimitió con desfachatez. Hasta Valverde, con buenas palabras, lo admitió. "La peor sensación que me deja el partido es que después del 2-1 hemos acusado excesivamente el golpe", confesó el entrenador azulgrana.

"La peor sensación que me deja el partido es que después del 2-1 hemos acusado excesivamente el golpe" (Valverde)

No quiso dar nombres el técnico. Tampoco hacía falta. Tanto Vermaelen, superado con excesiva facilidad en el primer gol, como en el de Piqué, un verdadero regalo para Óscar. No podía imaginarse tal generosidad del central azulgrana. Ni tampoco valoró Valverde el desencanto que le supuso ver al Barça sin capacidad de reacción. Acusaron tanto el golpe del Leganés que ni se levantaron. "No hemos llegado arriba con tanta soltura para generar mas peligro", reconoció el ‘Txingurri".  "Claro que el entrenador es el responsable. Un entrenador que pierde siempre es el responsable", se autofustigó el técnico.

"Lo preocupante es encajar tantos goles" (Busquets)

Busquets, en cambio, fue mucho más allá. "No hay excusa", recordó el segundo capitán azulgrana. Y es verdad. El Barça no tiene excusa alguna para justificar la derrota de Butarque. "Hemos dado muchas facilidades, no hemos estado consistentes y sólidos. En dos minutos han dado la vuelta al marcador", afirmó el centrocampista, que no paraba de repetir el mismo mensaje. No puede ser el equipo tan vulnerable como está demostrando en este inicio de Liga en el que ha encajado siete goles en seis partidos.

"Lo preocupante es encajar tantos goles. No tenemos ninguna excusa. Debemos ser más sólidos. Ganamos y perdemos todos no solo por errores individuales", reclamó Busi, quien no quiso valorar la política de rotaciones del Barça. "Siguiente pregunta..." La siguiente pregunta es porque el equipo es tan frágil, extremadamente frágil.