PARTIDO APLAZADO DE LIGA

Valverde: "Nadie puede abrir la boca sobre presionar a los árbitros"

Un foitógrafo retrata a Ernesto Valverde, hoy, en la sala de prensa de la Joan Gamper.

Un foitógrafo retrata a Ernesto Valverde, hoy, en la sala de prensa de la Joan Gamper. / .43232835

Emilio Pérez de Rozas

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Ernesto Valverde se va soltando. Por si no llegaba al Camp Nou con suficiente experiencia, los once meses que lleva en el 'estadi' ha sido el parto más largo de su vida. Llegó y le traicionó Neymar Júnior, que pagó los 222 millones de euros y se fue a París a pasarlo de fábula (o no tan bien) y se irá de vacaciones tras despedirse, con emoción y desencanto, de uno de los diez más grandes jugadores, fijo, seguro, que ha visto y entrenado a lo largo de su ya dilatada y éxitosa vida: Andrés Iniesta.

En las horas que le restan a la temporada, en los días, ahora ya sí, divertidos y entretenidos de entrenamiento y en los tres partidos que restan para conseguir el récord de los récords, lo nunca visto, el ‘Txingurri’ trata de pasárselo bien, reconociendo que su primera año en el Barça ha sido un auténtico master y que, gracias a su experiencia, ha sabido relativizarlo todo, aunque su corazón aún mantiene alguna grieta de Roma.

Valverde repitió, sin presionar al club, ni mucho menos, simplemente con cariño, que le gustaría que Robert Fernández siguiese junto a él

"Lo mejor de ser entrenador del Barça es que no tienes tiempo para pensar en lo que te ha ocurrido, en lo que suena, en lo que hablan, en lo que sucede. Ganas, te estiras y ¡boom!, se produce el incendio. El día a día te come. Pero, bueno, si el presidente dice que ha sido una temporada excelente, mejor. Yo creo que ha sido una gran temporada, a excepción de la noche horrible de Roma. Pero, ya sabéis, el Barça trata de ganarlo todo, aunque me gustaría destacar, también, que nos levantamos de aquel agosto duro".

Respuestas suculentas

El pim-pam-pum del día previo a la visita del Villarreal, "un equipo al que me he enfrentado varias veces con cierto cosquilleo por haber estado allí aunque, evidentemente, nunca es lo mismo que cuando visite San Mames", ha tenido respuesta contundentes. Sobre el pasillo del Villarreal, sí. "¡Uf!, hay que ver lo que estiráis la cuerda ¿eh?, aún sigue, no se acaba nunca. Deberíamos de pasar página, de verdad y espero que no volvamos a la cuestión con el Levante".

Sobre la presión que, dicen desde Madrid, ejerció Leo Messi sobre el árbitro del clásico. "¿Esa información está contrastada? Ya, ya… yo he visto y oído tantas cosas, tantas, en los túneles, sobre el campo, en los vestuarios, de todos, de todos, desde siempre, que yo creo que nadie puede abrir la boca de lo que pasa en el campo o sobre cómo presionan a los árbitros".

Apoyo al secretario técnico

Valverde, que volvió a reconocer (no es ni la primera, ni la segunda, ni la tercera que lo dice) que estaría encantado con que Robert Fernández renovase como secretario técnico "porque es quien me trajo y con quien mantengo una excelente relación", aseguró que nadie, nadie, podrá hacer de Iniesta "como tampoco nadie, nadie, ha podido replicar, clonar, copiar a Neymar. Hay que buscar otras soluciones y, como en el caso de Neymar, buscar las soluciones en casa, en el mercado o en La Masia".

"¿Que el presidente ha dicho que ha sido una excelente temporada? Estupendo. Creo que ha sido una gran temporada, pero que cada uno ponga la nota que quiera"

Ernesto Valverde

— Entrenador del Futbol Club Barcelona

Ni que decir tiene que el ‘Txingurri’ se partió el pecho y soltó un par de carcajadas pletóricas cuando le dijeron que Griezmann "ha comido con su presidente, Enrique Cerezo". "Normal ¿no?, ¡es su presidente!". Y no dijo más, dijo que era un excelente jugador del Atlético. Y Arthur, del Gremio Brasileño, un excelente jugador del Gremio "que el Barça lleva tiempo, mucho tiempo, siguiendo pues es muy del perfil Barça".

No acepta presiones de nadie

El entrenador azulgrana no piensa reservar a nadie en este esprint final de la Liga, cuyo único "pero gran y hermoso objetivo" es acabar el campeonato sin perder. "Si reservo a alguien es porque venimos de un clásico muy duro donde hemos jugado medio partido con uno menos". Ni ha recibido (ni piensa atender) llamadas de seleccionadores mundialistas que le pidan ("no llaman, ¡cómo van a llamar si conocen la respuesta!") que reserva a sus estrellas.

¿Qué quiere de estos tres últimos esfuerzos? "Que mis jugadores se comporten, ni más ni menos, como lo han hecho durante todo el año, ejemplarmente. Que mantengan el nivel de competitividad de costumbre, pues ellos saben que no hemos acabado aún nuestro trabajo. Tenemos que demostrar que tenemos una costumbre adquirida: ganar todos los partidos. O intentarlo siempre".