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EL FESTEJO POR EL DOBLETE

La rúa del Barça: Ganas de fiesta

El campeón de Liga y Copa festeja a lo grande los dos títulos con un recorrido por la ciudad seguido por miles de aficionados

Suárez e Iniesta, junto a las copas, durante la rúa del Barça.

Suárez e Iniesta, junto a las copas, durante la rúa del Barça. / .43136782

Jordi Tió

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Mojado hasta las cejas y sin zapatillas. Así acabó el discreto Ernesto Valverde la rúa de los campeones, un recorrido por la ciudad de Barcelona en la que el entrenador del Barça tuvo que aguantar múltiples bromas de sus jugadores, especialmente de Piqué y Suárez, como si de un novato recién llegado se tratara. No fue el único que acabó con la ropa pegajosa por la cerveza desparramada y sin el calzado, tal fueron las ganas de cachondeo de la plantilla, que celebró a lo grande un doblete histórico, el octavo del club, desmintiendo a los agoreros que sentencian que las Ligas y las Copas ya no hacen tanta ilusión como antes, sobre todo cuando no anda la Champions de por medio y el eterno rival lleva camino de conquistar su tercer entorchado europeo consecutivo. Cosa que está por ver.

Pero lo que quedó claro es que el Barça y Barcelona tenían ganas de fiesta. Y es que por más Ligas que se conquisten (la séptima en una década) y Copas (la cuarta consecutiva), el ánimo por la fiesta no decae nunca, aunque también es cierto que la rúa no fue seguida de forma tan multitudinaria como otras veces, pero tampoco fue un entierro.

Detalles de Alba e Iniesta

Muchos detalles se observaron durante el desfile de los campeones, que empezó con algo de retraso desde el World Trade Center, junto al mar. Por ejemplo, el abrazo sincero entre Jordi Alba y Valverde, después de que el lateral zurdo, que con el Txingurri ha recuperado la confianza y fiabilidad que perdió con Luis Enrique, calificara de "vergüenza" las críticas surgidas de la propia directiva al entrenador tras la debacle de Roma. "Los únicos responsables somos los jugadores", agregó Alba tras ganar la Liga en Riazor.

También fue una rúa muy especial para el gran capitán. Andrés Iniesta, con su gorra de bufón, la misma que ha lucido en otras rúas, anduvo siempre en la parte delantera, entre los dos relucientes trofeos, saludando a la afición y saboreando cada segundo del recorrido tras 22 años de azulgrana, toda una vida que acaba de la mejor manera posible y a la espera del gran homenaje del Camp Nou. Pocos fueron los que se acercaron al capitán para gastarle bromas, conscientes del  momento especial por el que está pasando, y solo Suárez se atrevió a desparramarle algo de cerveza en la cabeza, broma que Iniesta se tomó con buen humor.

Los animadores de siempre

Piqué y Umtiti, junto con Yerry Mina, fueron los más bulliciosos, algo ya tradicional en el central catalán. Más comedido, como también es habitual, estuvo Messi, desaparecido en el primer tramo de la rúa pero omnipresente desde la mitad del recorrido. El mejor jugador del mundo lucía una gorra amarilla, igual que Sergi Roberto, el único que lució una gran senyera a la espalda en forma de capa.

“La pilota ens fa més campions. Doblet 2017-18”, era el lema que se leía en el bus descapotable, custodiado por Guardia Urbana y Mossos, mientras que en la parte trasera lucía un “Iniesta infinito”, en homenaje al capitán, que durante un buen trecho tuvo la compañía de Messi en la parte delantera, custodiando los trofeos. Un primer capitán que se marcha y un brazalete que ahora lucirá Messi en cada partido, lo que le obligará a adquirir un mayor protagonismo mediático (lo que no será difícil) del que siempre ha huido.

La llegada de la cena

Otro de los momentos curiosos fue la llegada de la cena al bus, decenas de pizzas que volaron fugazmente ante el apetito voraz de la mayoría de jugadores, hasta entonces con mucho líquido y nada sólido en los estómagos. Miles de seguidores, entre ellos muchos niños y también turistas que se toparon con la fiesta azulgrana, siguieron la rúa, que transcurrió por el Paral.lel, Ronda de Sant Pau, Urgell, avenida de Sarrià y Travessera de Les Corts, donde pasadas las sobre las 20.15 se dio por finiquitada la fiesta.

Barcelona festejó el doblete a la espera de la fiesta del clásico del domingo en el Camp Nou, donde llegará el Madrid que, antes de empezar la rúa, envió la felicitación oficial al Barça por la Liga y la Copa. Eso sí, el pasillo al campeón se lo ahorrará. “¿Pasillo al Barça? Ya tienen la Liga, que la disfruten”, soltó Sergio Ramos. Pues sí, la plantilla la disfrutó y los culés, también.