EL ANÁLISIS

Las claves tácticas del Barça-Valencia: la hiperactividad de Jordi Alba

La energía del lateral zurdo sostiene a un equipo desconsolado y triste para ganar al Valencia

Jordi Alba dispara con peligro un balón que rechazó Neto, el meta del Valencia.

Jordi Alba dispara con peligro un balón que rechazó Neto, el meta del Valencia. / periodico

Marcos López

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1.- Velocidad defensiva y llegada arriba

A Jordi Alba se le mira (y analiza) casi siempre por el desequilibrio que aporta cuando invade el área rival, como también hizo ayer ante el Valencia siendo casi el delantero más peligroso de la primera parte. Pero poco se valora del lateral zurdo sus extraordinarias correciones defensivas. Hasta tres hizo en esos primeros 45 minutos, premiado, al mismo tiempo,  por el Camp Nou como merecían esas acciones.

Estuvo veloz arriba y, sobre todo, veloz atrás cuando el Valencia sometía al Barça con el juego interior que generaba Parejo, arropado por Kondogbia, para terminar siempre en la banda izquierda. Allí corría Gayá y explotaba el venenoso Guedes. Hasta la otra punta del campo voló literalmente un par de veces Alba. Llegó arriba el lateral izquierdo y regresó con furia a parcelas que no le correspondían inicialmente para tapar defectos estructurales del equipo. Y con un compromiso defensivo tan extraordinario que tan solo cometió una falta en los 90 minutos. Fue, además, en el inicio de la segunda parte cuando el Valencia ya no apretó tanto. 

2.- Coutinho, 2 pases de gol en la derecha

Jugó bien Coutinho en una posición poco habitual. Arrancando desde la banda derecha, escoltado por el doble pivote que integraban Busquets y Paulinho, mientras Iniesta seguía viviendo en su hogar: en el flanco izquierdo. Desde ahí, sufrió para ayudar a Sergi Roberto, que se sentía desamparado para frenar la doble subida de Gayá y Guedes.

Pero luego cuando el equipo estaba triste y desconsolado, con Messi abatido, sin tener mucho peso en el partido, emergió la figura de Coutinho para conectar con Luis Suárez. Fue una fantástica asistencia al delantero como si rememoraran los viejos tiempos en Anfield con el Liverpool. Curiosamente, recuperó siete balones además de intentar, y con bastante acierto, el regate: tres con éxito de los cinco que hizo. Tuvo precisión en el pase, con un 80% de acierto, pero sobre todo asumió la responsabilidad ofensiva. Suyo fue el pase del 1-0, suyo fue el córner del 2-0. 

3.- Ter Stegen siempre está muy presente

Hay pocos porteros capaces de transformar un clamoroso error en un monumental acierto. Cuando más sufría el Barça apareció Ter Stegen, un meta que falló en un pase, pero inmediatamente se levantó con una parada descomunal que desconsoló y abatió al Valencia. En una misma acción, se vio la inmensa calidad del alemán. Apenas se quivocó en cuatro pases de los 25 que realizó. Y tres de ellos fueron largos, por lo que no tuvieron incidencia alguna en el juego hasta que falló con un pase en corto para el inicio de la jugada. Fue entonces cuando el furioso disparo de Rodrigo halló la soberbia respuesta con una parada que resume el catálogo de Ter Stegen.

Tuvo el alemán un poderosa velocidad de piernas para impulsarse, manos de acero para no quebrarse ante el tiro y la dosis necesaria de fortuna porque el balón fue repelido finalmente por el larguero. Hasta el penalti de Parejo pareció haberlo detenido Ter Stegen, pero la pelota, caprichosa ella, se burló de sus manos. Y, finalmente, de su cuerpo.