SUPLENTE EN EL CAMP NOU; 6 MINUTOS EN ROMA

Dembélé, como símbolo de una mala política de fichajes

El Barça encadena su tercera caída consecutiva en los cuartos de final con el mismo bloque que triunfó en Berlín hace 3 años

Digne, Dembélé y Umtiti conversan antes de jugar en Stamford Bridge.

Digne, Dembélé y Umtiti conversan antes de jugar en Stamford Bridge.

Marcos López / Joan Domènech

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París, Turín, Roma... En el último año, el viaje europeo del Barcelona ha sido dramático. Encajó una dolorosa derrota en el Parque de los Príncipes (4-0), pero remontó. Volvía a caer en el Juventus Stadium (3-0) y se marchaba por la puerta de atras. Idéntico resultado en el Estadio Olímpico de la capital italiana (3-0) para idéntica frustración. Una Champions en siete años (y con Messi) es la indiscutible prueba del fracaso.

El Barça ha dejado de competir en Europa, donde desde el 2011 solo ha alcanzado una final de la Champions. Y la ganó. Fue en Berlín (2015). Tras invertir casi 600 millones desde entonces, la renovación del equipo ha sido desastrosa como atestigua el papel marginal de Dembélé, el segundo fichaje más caro de la historia del club (145 millones de euros). Apenas jugó seis minutos el joven francés en el doble duelo con el Roma. Con tridente o sin tridente, el Barcelona ha desaparecido de la zona noble de Europa.

Antes y después, el Barça, que tiene a Messi, el mejor jugador del mundo, no ha sabido renovarse para recuperar la jerarquía perdida en el Viejo Continente. Basta observar la foto del once inicial que alineó Valverde en el duelo de vuelta en el Estadio Olímpico romano. 

Ocho de los 11 jugadores en la final de Berlín fueron titulares en Roma. Umtiti y Semedo, los únicos 'intrusos' 

Ocho de los 11 jugadores ya eran titulares en la final de Berlín ante la Juventus con Luis Enrique. De la casa, procedente de La Masia, solo se ha colado Sergi Roberto en esa imagen tras una larga y paciente espera antes de asentarse en el primer equipo. De fuera solo Umtiti y Semedo posan con los héroes de Berlín, a pesar de la tremenda inversión que ha realizado el club en estos tres años.

Queda Dembélé, a sus 20 años, como retrato de esa refundación fracasada emprendida por el club que ha cambiado de política tras un terrible verano provocado por la marcha de Neymar al Paris SG. Queda Dembélé como símbolo de una planificación desacertada. El francés no jugó ni un solo minuto en la ida contra el equipo de Di Francesco. Ni salió a calentar por el Camp Nou. Dembélé tampoco fue titular en Roma y solo apareció en los seis últimos minutos, ya con el 3-0 en el marcador.

Refuerzos estériles

Paulinho, que también llegó este pasado verano, no apareció tampoco en el césped romano. Valverde, que había confiado mucho en el centrocampista brasileño a inicios de temporada, no creyó conveniente apostar por él. De los seis fichajes que realizó el club esta temporada (Dembélé, Semedo, Paulinho, Deulofeu, ya cedido en invierno al Watford, Yerry Mina y Coutinho, que no podía jugar por haberlo hecho antes con el Liverpool) solo el lateral portugués fue titular en Roma.

Pero no estuvo nada lúcido, por lo que terminó siendo sustituido, precisamente por Dembélé, tras aparecer en la foto del tercer, y decisivo, gol de Manolas. Se adelantó el central del Roma a Semedo en el saque de esquina, que se quedó desesperado sobre la hierba echándose las manos a la cara tras su grave error defensivo. Arrodillado y frustrado como todos sus compañeros.

Resulta curioso el caso de Dembélé, castigado no solo por las lesiones sino también por un largo y complejo período de adaptación al club. Y al equipo. Fue titular, por ejemplo, en la ilusionante goleada a la Juventus (septiembre), pero después esos graves problemas musculares le apartaron del equipo. En la vuelta de los octavos de final contra el Chelsea, el exdelantero del Dortmund tuvo un papel protagonista, marcando incluso un gol. En Stamford Bridge, eso sí, tampoco jugó ni un solo minuto.

Tras emitir buenas señales en la vuelta ante el Chelsea, el delantero desapareció en los cuartos de final

Pareció entonces que el joven delantero empezaba a emitir señales de despertar tras un delicado primer año en el Camp Nou. Venía para suceder a Neymar. Fue fichado deprisa y corriendo a finales del mercado veraniego. Ahora, ocho meses después, su rendimiento continúa siendo una incognita. Además,  la terrible eliminación contra el equipo de Di Francesco ha dejado a Dembélécon un papel irrelevante en los planes de Valverde, simbolizando, al mismo tiempo, esa errática política de fichajes que ha efectuado el Barça desde que alcanzó la última gloria europea en Berlín: 14 jugadores nuevos y solo dos aparecen en la triste foto de Roma.