EL 2º MÁXIMO GOLEADOR AZULGRANA

El amigo 'Propia Puerta' del Barça

De Rossi y Manolas, los dos jugadores del Roma, aumentan a cinco los autogoles que ha conseguido el Barça en Europa

Umtiti, en la jugada del 2-0 que se marcó Manolas en propia puerta.

Umtiti, en la jugada del 2-0 que se marcó Manolas en propia puerta. / periodico

Marcos López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Marcó cuatro goles el Barça y Messi, el Pichichi europeo del equipo, se quedó seco. Parece mentira, pero el 10, que lleva seis tantos, no logró batir a Alisson, el excelente portero del Roma, aunque no logró atajar los balones, permitiendo, por ejemplo, la asombrosa aparición de Piqué. Asombrosa porque es nada natural que el central esté en el área pequeña italiana cuando no se había llegado ni a la hora de partido, premio a su voluntad ofensiva. Fue, en realidad, el primer gol de un azulgrana.

"Si hay estos goles en propia puerta es porque apretamos en su área" (Piqué)

Los dos anteriores llevan el sello de De Rossi y Manolas, aumentando así el tesoro que le supone al Barça su segundo máximo goleador de esta Champions: Leo suma seis goles; el amigo propia puerta ya alcanza los cinco. "Si hay estos goles en propia puerta es porque apretamos en su área", contó Piqué, ensalzando el hecho de que los dos errores defensivos del Roma llegaron forzados por las acciones del Barça. En el 1-0, una combinación entre Messi e Iniesta provocó el caos para De Rossi. En el 2-0 acudió Umtiti, otro central del barça en tierra extraña, incomodó de tal manera a Manolas, que el conjunto italiano desquició a su propio entrenador.

Coates, Nikolaou, Mathieu, De Rossi, Manolas.... La lista de goles en propia puerta no para de crecer

Ha dejado incluso de ser noticia que los rivales en la Champions se vayan marcando goles. El primero fue Coates, el central del Sporting de Portugal. Sucedió en Lisboa. El segundo fue Nikolaou, el central del Olympiacos. El tercero llevó la firma de un viejo conocido, el exazulgrana Mathieu (Sporting de Portugal). De Rossi, medio centro, y Manolas, central, se unieron a tan selecta lista.

El "preludio" del gol

"¿Los dos goles en propia puerta? Si no te acercas a la portería no se meten goles así", admitió Valverde, recordando que el Barça forzó de tal manera esas acciones que acabaron convirtiéndose en el "preludio" del gol. Es, como sostiene el técnico azulgrana, la certeza de que era un prólogo de que "nosotros podíamos hacer esos goles". No se quedó ahí el Txingurri. "Si ellos meten los goles, ¡qué le vamos a hacer! ¡Los vamos a celebrar igual!".

"Si ellos meten los goles, ¡qué le vamos a hacer! ¡Los vamos a celebrar igual" (Valverde)

Festejarlos como si fueran suyos en una noche en la que Messi no estuvo inspirado en el remate final, mientras Luis Suárez, que llevaba un año sin marcar (no lo hacía desde la remontada del 6-1 al París SG), aprovechaba un mal despeje de un defensa italiano. Ahí estaba, de nuevo el goleador. "Al final, esos goles vienen también por la insistencia de estar ahí", recordó Iniesta, el capitán azulgrana, uniéndose así a la tesis de Piqué y Valverde, a pesar de que el equipo ya ofreció en Sevilla el síntoma de que ha decaído su juego, algo que se detectó también en el choque europeo. "Ha sido un partido difícil y complicado", afirmó el entrenador azulgrana, reconociendo que el equipo "no tuvo continuidad en el juego y no había, a veces, pausa, precipitándonos en el ataque".

"Yo prefería el 3-0 antes que el 4-1" (Valverde) 

Dicho esto, Valverde lo tenía muy claro ("yo prefería el 3-0 antes que el 4-1"), además de justificar su decisión de colocar a Sergi Roberto por delante de Semedo. "Lo hice otras veces, pero queríamos aprovechar el despliegue de ambos para esa banda donde estaban Perotti y Kolarov. No, no me veo en semifinales, en absoluto. Es un buen resultado, pero no lo veo hecho todavía". Luego, ha recordado que "todos cometemos errores, el entrenador, el portero, el delantero centro, todos...".

Ni un minuto para Dembélé

Con los centrales del Barça haciendo daño en el área de Alisson (Umtiti forzó el error de Manolas en el 2-0, Piqué marcó el 3-0) los delanteros parecían espesos. El francés, además, en un claro gesto hacia la grada se agarró el escudo para demostrar su compromiso con el club, inmerso como anda en el proceso de renovación. Habló Umtiti en su país y exhibió luego con garra la camiseta como si no quisiera moverse del Camp Nou, mientras Dembélé, el segundo fichaje más caro de la historia del Barcelona, no salió ni un minuto en la ida de los cuartos de final. Brilló en la vuelta contra el Chelsea y se quedó con el chándal de suplente. Medio trabajo fue de PP.