EL NUEVO ATAQUE

El estreno de los 'cuatro fantásticos'

Messi guía feliz el estreno del cuarteto ofensivo con Suárez, Dembélé y Coutinho en una fórmula totalmente nueva del Barça

El azulgrana Coutinho controla el balón entre Ramalho y Granell

El azulgrana Coutinho controla el balón entre Ramalho y Granell / periodico

Marcos López

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Hasta ahora, no habían jugado nunca juntos. Son cuatro fantásticos. Pero, en realidad, son tres. Tres excelentes jugadores y un dios inalcanzable para el resto. A Messi se le vio feliz, rodeado de su viejo socio de ataque (Suárez) y dos nuevos (Dembélé y Coutinho), a los que ha decidido tutelar. No hay mejor manera de hacerlo desde el mismo campo, convencido como está Leo de que necesita a todos. Nadie lo diría viendo su descomunal exhibición ante el Girona. Los tres fantásticos y dios conectaron bien a través del pase y la búsqueda de espacios donde el Girona los dejaba. 

No era solo cuestión de marcar tres goles como hizo Suárez ni tampoco de disfrutar el culé de una nueva maravilla messiánica sino, además, de ir encajando a piezas que hasta febrero parecían extrañas en el cuerpo del Barça. Primero porque llegaron y se rompieron demasiado pronto, como le sucedió a Dembélé, o porque hace apenas un mes que viste de azulgrana como le ocurre a CoutinhoMarcaron tres de los cuatro fantásticos, todos excepto el exdelantero del Dortmund, más atrevido que en sus anteriores apariciones.

"Dembélé es un grandísimo jugador, pero tanto él como yo estamos aprendiendo" (Coutinho)

"Dembélé es un grandísimo jugador", se apresuró a decir Coutinho. "Pero tanto él como yo estamos aprendiendo", admitió el brasileño. Sí, sí, tal y como suena. Dos estrellas que han costado 300 millones de euros necesitan aprender un idioma nuevo porque todo lo que sabían hasta este momento (Cou era el líder del Liverpool de Klopp y el mosquito es el talento emergente del fútbol francés) no les sirve para casi nada.

Una tarjeta que no llegó

Mientras aprenden del mejor maestro posible se lo van pasando bomba en el césped. "Es una filosofía distinta", confesó Coutinho, liberado con un gol muy de Coutinho cuando se construyó el espacio en el pico izquierdo del área. Parecía que no había nada, pero el exjugador del Liverpool se inventó un soberbio derechazo para liberarse de todos los miedos que le habían atenazado en sus primeros pasos, consciente como es de que está viviendo un complejo proceso de inmersión.

"Es un fútbol diferente", añadió el exfutbolista del Liverpool, mientras Dembélé, por vez primera, completaba un partido desde que se enfundó la camiseta azulgrana. Acabaron los cuatro fantásticos, perdón los tres y dios, pese a que Suárez, más allá de sus tres goles, no logró ver la tarjeta amarilla por la que tanto peleó, casi de forma ridícula, para no ir a Las Palmas.