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DERBI HISTÓRICO EN EL CAMP NOU

El Barcelona se regala una fiesta ante el Girona (6-1)

El equipo azulgrana aprovecha la fraternal noche y los espacios que dejaba su rival para recuperar la inspiración

Luis Suárez se anticipa a Ramalho y marca el gol del empate.

Luis Suárez se anticipa a Ramalho y marca el gol del empate. / periodico

Joan Domènech

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La misma semana en la que Leo Messi marcó por primera vez al Chelsea, también se estrenó ante el Girona. Le costó nueve partidos (en 13 años) batir al equipo inglés y solo dos (cinco meses) al cuadro rojiblanco. Un detalle revelador de las dificultades que genera el campeón de la Premier y un conjunto recién ascendido en Primera. La noche de fiesta que brindaba la visita del querido rival catalán se trasladó al césped, y el marcador fue la prueba palpable de la jornada de confraternización. Fue recibido con aplausos y despedido con agradecimiento.

Las penurias de Stamford Bridge se transformaron en las alegrías del Camp Nou, que registró la mejor asistencia de la Liga y la segunda mejor de la temporada tras la Supercopa con el Madrid (89.514). Ante un Girona que dibuja el mismo esquema que el Chelsea, el Barça se encontró un adversario completamente distinto. Uno que le quiso jugar de tú a tú, y que disfrutó más que compitió, cuando debería haber sido al revés. Umtiti hizo un cordial regalo de bienvenida y el Girona correspondió con mayor generosidad, al punto que Suárez y Messi habían marcado un doblete cada uno antes del descanso. 

Dos homenajes

Pareció como que Machín homenajeaba a los muchachos que ascendieron al Girona: diez de los once titulares (excepto Bernardo) jugaban en Segunda. Entre ellos, Choco Lozano, incorporado en invierno del Barça B en lugar de Stuani. El uruguayo fue reservado para  la cita del martes ante el Celta, en esa otra Liga que disputan los gerundenses, la de la permanencia, y que ya han ganado. También por eso salieron tan relajados a un recinto tan majestuoso y tan inalcanzable no hace tanto.

Valverde también hizo un homenaje. Al Girona. Metió a toda la artillería en el campo. Solo dio descanso a Iniesta, y quitó a Sergi Roberto y Paulinho del once de la Champions para hacer un hueco a Coutinho y Dembélé. Por fin los culés pudieron ver a todas las estrellas juntas en el campo. Las de siempre (Messi y Suárez) y las nuevas (Coutinho y Dembélé).

Sin miedos ni complejos

Nunca habían coincidido en la alineación y el marcador sugiere que se notó la confluencia de tanto talento. Tan cierto como que el Girona brindó muchas facilidades. Sin miedos ni complejos compareció el once de Machín, cuya formidable ambición se vio castigada sin piedad. Quiso presionar arriba y la manta no le llegó para taparse abajo. Demasiado grande le vino al equipo rojiblanco la infinita superficie azulgrana, a la que nunca había tomado las medidas. Una experiencia, la del derbi catalán, que le servirá para cuando visite el Bernabéu.

El Girona presionó cada saque de Ter Stegen, lo que supuso dejar muchos espacios en su retaguardia. La presencia de Dembélé convirtió esa manoseada posición de interior derecho en una de extremo, con lo que Messi volvió a ejercer de falso delantero centro. Se colocó entre los tres centrales y los dos mediocentros, y el uno por el otro, nadie se ocupó de él. Machín siempre podrá argumentar que tenía razones fundadas para idear el marcaje individual de Maffeo al astro en la primera vuelta.

Desnudos atrás

El Girona llevó de cabeza al Barça cuando tuvo el balón. Fiel a su estilo, como hace allí donde va, salió disparado desde atrás y quiso aprovechar la amplitud del campo para avanzar y abrir en canal al adversario. Lo hizo cada vez con menos fe a medida que le caían los goles, desnudo como se quedaba en cada ataque local.

No solo Messi encontró petróleo en el latifundio que se abría a espaldas de los cinco defensas. Rakitic y Suárez colocaron maravillosos balones y Dembélé dispuso de metros para correr. Pero solo para dar un par de asistencias, nunca  para disparar con acierto. La fraternal noche –los culés aplaudieron hasta la sustitución de Portu, que también había marcado al Madrid y al Atlético– le permitió redimirse. Aunque fuera el único sin marcar.

Barcelona, 6 - Girona, 1

<span style="font-size: 1.6rem;"><strong>Barcelona: </strong>Ter Stegen (7); Semedo (6), Piqué (6), Umtiti (5), Alba (6); Rakitic (7), Busquets (6), Coutinho (7); Dembélé (7), Messi (10), Suárez (10).</span>

Así se lo hemos contado en directo.