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EL PARTIDO DE ANOETA

El Barcelona rompe el maleficio ante la Real Sociedad (2-4)

El conjunto azulgrana culmina una remontada brillante en Anoeta y cierra la primera vuelta invicto

Luis Suárez intenta una incursión en el inicio del partido en Anoeta.

Luis Suárez intenta una incursión en el inicio del partido en Anoeta. / periodico

Joan Domènech

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La maldición de Anoeta se fue a hacer puñetas. El Barça de Valverde es tan indestructible que ha superado el moderno maleficio ante el que sucumbieron los mejores entrenadores del club y cerró una serie de siete visitas (dos empates y cinco derrotas) sin ganar. La demostración de poderío en un campo tan adverso invita a pronosticar que el campeón de invierno lo será en la primavera.

No solo ganó el Barça de Valverde, con ser eso algo próximo a una heroicidad, sino que remontó un marcador adverso. Perdía por 2-0 a la media hora en un primer tiempo horrible y en tres demoledoras apariciones le dio la vuelta al partido hasta acomplejar a la Real, que todavía no se explica cómo se le escapó un partido tan bien encarrilado y tan bien jugado por su parte. Messi puso la guinda a un espectacular triunfo que arruinará las esperanzas de los rivales de ver caer al Barça donde siempre tropezaba.

La tercera mejor primera vuelta

El líder cierra una primera vuelta maravillosa, próxima a la perfección. La tercera mejor de la historia del club en puntos y la tercera invicto (en ambas por detrás de Tito Vilanova y Pep Guardiola), lo que sitúa el proyecto de Valverde en el paraíso. Muy lejos de donde se aventuraba en agosto que estaría cuando se hundió en la Supercopa ante el Madrid, que ya está a 19 puntos, una distancia jamás vista.

Valverde quiso romper la negra racha de sus predecesores con una fórmula muy distinta. Sacó el once más desnaturalizado y de menos toque de los últimos años respecto a lo que se entendería por común en el Barça del siglo XXI. Que coincidan André Gomes y Paulinho en el centro del campo, junto con Rakitic y Busquets, y esté ausente Iniesta lo dice todo. El 4-4-2 azulgrana, habitual de un tiempo a esta parte, remitió la faceta del gol al poderío de Messi y Suárez.

Un camino más corto y más rápido buscó el Barça con futbolistas ahorradores de pases, ágiles sin embargo en las transiciones. Ocho defendían, dos atacaban. Aun así, la Real fue capaz de pillar a los azulgranas descolocados para abrir el marcador: un centro lejano de Xabi Prieto y cabeceado por Willian José, el delantero centro, sin que ninguno de los dos centrales (Piqué y Vermaelen) anduvieran cerca, apenas sombreado por Paulinho, que retrocedía tarde. 

El equipo quiso ser fiel, sin embargo, a la máxima de construir con paciencia, pero falto de gracia e imaginación, fue muy previsible. Messi retrocedió a echar una mano pero entonces se perdía presencia en ataque, un déficit ya visto en otras ocasiones. Lo compensó el delantero oculto, ese imprevisible Paulinho, un mal interior derecho y un perfecto llegador de segunda línea que colocó una venda a la hemorragia que sufría el equipo, una calamidad en el inicio, desconocido, como si siguiera abducido por el mal de Anoeta.

Si ante el Celta el equipo cuajó el mejor primer tiempo de la temporada, ante la Real firmó el peor en una extraña e imprevista mutación. A expensas de la Real y del singular embrujo de su estadio, naufragó en el campo. Poco o nada tuvo que ver la lluvia. El extravío azulgrana se gestó en los cambios que practicó Valverde en el centro del campo, lo que impidió que el equipo siguiera un rumbo estable. La Real y su presión adelantada, más la vivacidad para mover la bola, ayudó a la zozobra barcelonista, tan habitual en Donosti.

Pegada bestial del Barça

El equipo se repuso con goles, la mejor forma para recuperar el color. A falta de juego, el Barça se enganchó al partido gracias a dos fugaces apariciones en el área de Rulli. De lejos legó Paulinho y de lejos remató Luis Suárez. La Real perdió el hilo, conmocionada por la bestial pegada del Barça, y no se rehízo. Al contrario. Se vio a merced de los azulgranas, que se sintieron rearmados al recuperar el empate inicial.

Se sintieron, más que rearmados, indemnes a todo y a todos. Nadie les ha vencido, tras pasar por el Bernabéu, el Metropolitano, Mestalla, El Madrigal y San Mamés. También por Anoeta. 

Real Sociedad, 2 - Barcelona, 4

<strong>Real Sociedad: </strong>Rulli (5); Odriozola (6), Llorente (5), R. Navas (6), Rodrigues (5); Xabi Prieto (7), Illarra (6), Zurutuza (5); Canales (8), Willian José (7), Juanmi (7).

Así lo hemos contado en directo.