RECONVERSIÓN TÁCTICA

El Barça de los dos 'nueves'

Valverde inyecta un matiz nuevo al apostar en los últimos encuentros por la exitosa cohabitación de Alcácer y Suárez compartiendo la delantera con Messi por detrás

Luis Suárez y Paco Alcácer, en un partido reciente.

Luis Suárez y Paco Alcácer, en un partido reciente. / periodico

Joan Domènech

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Del sello holandés al inglés. Del Barça de los dos extremos y el delantero centro al Barça de los dos ‘nueves’. Ese ha sido el tránsito del equipo de Valverde en cuatro meses. Un tránsito lento y pausado para dibujar un nuevo perfil, obligado por las circunstancias de cada momento. Y le ha salido de maravilla la reformulación al técnico porque cuatro de los últimos cinco goles proceden de los arietes: Alcácer anotó dos ante el Sevilla y Suárez firmó dos al Leganés.

Obligado empezó Valverde ante la irremediable pérdida de Neymar, porque se rompía el tridente y un ecosistema al que el Barça estaba adaptado perfectamente. Aunque eso no le hubiera brindado la conquista de ningún título la anterior temporada.

Valverde no tiene extremos, pero tiene dos 'nueves', quienes han marcado cuatro de los últimos cinco goles

Neymar fue el mejor del equipo en la pretemporada mientras pergeñaba su huida al PSG fuera del césped y la despedida dejó un hueco que no se ha llenado. Por desgracia. La desgracia de Dembélé, que llegó tarde (al final del mercado, con la Liga empezada) y se despidió pronto: al tercer partido se lesionó y no volverá hasta enero.

Valverde ha ido improvisando sobre la marcha. La despedida de Neymar le indujo a suprimir la figura del extremo izquierdo. Con el tiempo, ha eliminado la del extremo derecho. Primero desapareció el 11 y ahora tampoco se ve el 7, tanto en sentido figurado como real: la camiseta de Arda Turan no se ha visto en toda la temporada.

El casting del 7 acaba

Por la banda derecha empezó Messi –todavía en la pretemporada- y han continuado Dembélé, Deulofeu, Aleix Vidal, Sergi Roberto y André Gomes. Nadie se ganó el puesto de forma convincente a ojos de Valverde. Como no encontró soluciones en la vía holandesa de los tres delanteros, giró hacia la inglesa: la que no los necesita. La que siempre se basó en los dos atacantes, más centrados, con un mediapunta (o no) por detrás.

No tiene extremos pero tiene dos nueves genuinos. Luis Suárez y Paco Alcácer son futbolistas de área, cuyo rendimiento es inversamente proporcional a medida que se alejan de ella. Hasta ahora, Suárez fue titular, pero escorado hacia la izquierda, y Alcácer fue suplente, sin espacio en el entramado del Barça. El cambio táctico de Valverde, con el 4-4-2 formalmente estrenado en el campo del Olympiacos ha abierto la puerta al jugador valenciano, que ha sido titular dos partidos seguidos por primera vez desde el mes de abril.

Lejos de estorbarse o de ver menoscabadas sus habilidades por repartirse el frente de ataque, Suárez y Alcácer han combinado bien. Como los viejos camaradas ingleses que esperaban balonazos antes de que la Premier se llamara así. A ellos no les llueven pelotas del cielo, sino los caramelos de Messi. La cohabitación funciona, dicen los resultados. Alcácer anotó un doblete ante el Sevilla y participó en los dos goles de Suárez en Leganés. Messi, en cambio, lleva tres partidos sin marcar.

El precedente de Luis Enrique

La fórmula de Valverde, que sugiere un replanteamiento filosófico del Barça, no es del todo excepcional. Ni traslada a la recuperación de un ataque como el de Hughes y Lineker de hace 30 años.  La temporada pasada la empleó excepcionalmente Luis Enrique en Moenchengladbach.

Sin el lesionado Messi, juntó a Suárez y Alcácer en el centro con Neymar de mediapunta. La derrota momentánea del descanso forzó la corrección. Rafinha sustituyó a Alcácer y se colocó de extremo derecho, moviendo a Neymar a la izquierda. El Barça pudo remontar con goles de Arda y Piqué, y Luis Enrique no volvió al 4-4-2. El experimento de Valverde está durando más y está siendo más productivo.