PROTESTAS EN EL CAMP NOU

Bartomeu sufre pese al liderato

La grada pidió dos veces la dimisión del presidente del Barça, que se enfrenta a una moción de censura y fue desmentido por Iniesta

Palco del Camp Nou en el derbi con la presencia del President de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Palco del Camp Nou en el derbi con la presencia del President de la Generalitat, Carles Puigdemont. / periodico

Joan Domènech / Barcelona

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El equipo ostenta el liderato con números impecables (tres victorias de tres, nueve goles a favor y cero en contra), aventaja en cuatro puntos al Madrid, y la directiva sufre. Estas cosas solo pasan en el Barça, un club que sobrelleva la convulsión como ninguno. Tal vez porque está acostumbrado por una dinámica de años.

En medio de la goleada al Espanyol, uno de los rivales que reclama la unidad de esfuerzos, se escucharon gritos en dos sectores del campo reclamando la dimisión de Bartomeu, acosado además por la moción de censura que promueve Agustí Benedito.

La grada de animación (Gol Nord) gritó "Nobita dimisión", aludiendo al presidente por su parecido con el personaje animado de la serie Doraemon en el primer tiempo. Ya con el 5-0, desde el Gol Sud, surgieron cánticos de "Bartomeu dimisión", con lo que se reforzaba la frontera que los propios seguidores han trazado entre la plantilla y la directiva: la alegría por el juego en el césped no camufla la insatisfacción por la gestión del palco.

Explicarse bien

El Barça tiene un problema y no lo oculta. Lo asume. Robert Fernández lo atribuyó a "la comunicación", una faceta que ya ha engullido a cinco ejecutivos en siete años.

Robert Fernández alega un problema de comunicación del club en las críticas del mercado y censura a los medios

"Las personas  que han debido explicar las cosas no lo han hecho bien, y me incluyo yo" , afirmó el secretario técnico tras el encuentro. Asumió el déficit propio del club pero también responsabilizó a los medios de comunicación que publicaron informaciones inciertas de fichajes. Al equipo solo han llegado Semedo, Paulinho y Dembélé, más el recuperado Deulofeu. Por el camino se perdió a Neymar, que mantuvo en vilo al club y a los culés durante un par de semanas.

Un fichaje o dos

La gestión del mercado, que comenzó con los intentos fallidos de fichar a Bellerín y Verratti acabaron con la misma suerte cuando el Barça quiso contratar a Coutinho. "Llegará un fichaje más y puede que dos", había anunciado Robert en la presentación de Dembélé cinco días antes de que se cerrara el mercado. No llegó nadie más.

Consumada la imposibilidad de adquirir otro refuerzo, ya fuera Coutinho o Di María, las explicaciones del Barça no acabaron de convencer a la opinión pública. Albert Soler, responsable de deportes profesionales, alegó que la inflación había echado atrás al club, reticente a caer en "la irresponsabilidad" de pagar los 200 millones que supuestamente pidió el Liverpool.

las claves

<strong>1. La moción de censura.</strong> Benedito obtuvo 3.000 firmas para promover el voto de censura. Tiene puestos de recogida en Barcelona y en el Camp Nou, que se abrirán otra vez ante la Juventus.

La ausencia de más refuerzos que se buscaron después de la desazón causada por el Madrid en la Supercopa de España no ha impedido que el equipo se aupara al liderato. Pero tampoco la goleada ante el Espanyol reprimió a los culés a firmar en favor de la moción de censura.

Benedito instaló cuatro puestos en el Camp Nou y hubo colas para rubricar la papeleta. Más de 3.000 firmas recogió el promotor de la moción, que dispone de dos partidos más (el martes ante la Juventus y el día 19 ante el Eibar) para sumar las 16.570 que necesita como mínimo.

Un abismo con el vestuario

La distancia entre el vestuario y el palco se vislumbró en agosto cuando Piqué aseguró que parte de la plantilla supo mucho antes que Bartomeu y sus ejecutivos que Neymar se marchaba al PSG. Desde la boda de Messi el 30 de junio. A Soler le llegó un whatsapp el 19 de julio, aseguró.

Las palabras de Iniesta ahondaron en el abismo, aunque no fuera la intención del capitán. "Cuando hay un principio de acuerdo se entiende que todo está hecho y no lo está", aclaró el sábado Iniesta tras haber negado una primera vez al presidente y recibir su visita particular.