CARGO CONVULSO

Zubi, Robert, Segura, la silla eléctrica del Camp Nou

El Barça ha tenido cuatro estructuras deportivas en los tres años y medio que lleva Bartomeu en el palco

Los responsables de la dirección deportiva de los últimos tres años.

Los responsables de la dirección deportiva de los últimos tres años. / periodico

Marcos López / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De nada vale tener contrato en una silla tan eléctrica, la de director deportivo o secretario técnico o manáger deportivo, que expulsa a sus propietarios. Zubizarreta, por ejemplo, tenía firmado un documento que le acreditaba como director deportivo del Barcelona hasta junio del 2016. Pero el tsunami de Anoeta –enero del 2015– se lo llevó por delante. Bartomeu iniciaba así un largo carrusel de cambios que tuvieron su esplendor hace apenas un mes al colocar a Pep Segura como máximo responsable de esa estratégica y decisiva área del club, sin importarle siquiera que coincidiera en pleno mercado de fichajes.

De Zubizarreta, que ejerce ahora el cargo de director deportivo del Marsella, a Segura. El Barça vive instalado en un constante cambio de piloto. Cuatro modelos distintos y hasta tres denominaciones diferentes ha terminado usando Bartomeu para designar al líder del proyecto. Zubi, el arquitecto de la reconstrucción del verano del 2014, con la llegada de Luis Suárez, Ter Stegen, Bravo, Rakitic (y también de Vermaelen, Mathieu y Douglas), diseñó la plantilla que guió Luis Enrique al triplete. Despedido de mala manera, y sin recibir explicación alguna del presidente hasta meses después, se modificó la ruta. 

Comisión efímera

En pleno camino hacia las elecciones del 2015 (quedaban solo cuatro meses), Bartomeu recurrió a la creación de una «comisión técnica» con tres directivos (Javier Bordas, Jordi Mestre y él) y dos asesores. «Rexach es un experto en el fútbol del Barça y Braida es un profesional que conoce perfectamente el mundo del fútbol», dijo entonces el presidente.

Pero esa fórmula le duró muy poco a Bartomeu. Durante la campaña electoral esquivó dar pistas sobre quién sería el sucesor de Zubizarreta. No dio nombre alguno. Arrasó en las urnas y nombró inmediatamente a Robert Fernández. Pero su cargo no era el mismo. Quedó arrinconada la silla de director deportivo que ocupaba el exportero vasco y apareció la de secretario técnico. ¿La comisión? Desapareció del puente de mando y volvieron Rexach y Braida a sus confortables despachos de asesores.

De cambio en cambio

Ni cinco meses llegaron a ejercer ese provisional rol. Además, la sanción FIFA y el triplete de Berlín unido a la fuerza de Luis Enrique (técnico y jefe del área deportiva) dejaron a la comisión poco margen de maniobra. En el verano del 2015, llegaron Arda Turan y Aleix Vidal al Camp Nou, pero no pudieron debutar hasta mediada la temporada.

Robert sí fue el responsable del mercado de la pasada temporada. Apostó por rejuvenecer la plantilla y llenar el fondo de armario, pero solo Umtiti se coló en el once inicial. Un año después, y de manera inesperada, y sin importarle que coincidiera con el mercado de fichajes, Bartomeu movía, otra vez, la silla dejando a Robert en una situación delicada. Ni director deportivo, ni secretario técnico... Se volvía al 2014, pero con otro nombre: Pep Segura es mánager general deportivo.