CUARTA TEMPORADA

Bartomeu, bajo presión

El presidente del Barça vive un agitado inicio de curso por la mala gestión deportiva y la puesta en marcha de la moción de censura

Bartomeu, en el palco del Camp Nou, tras una entrevista con EL PERIÓDICO.

Bartomeu, en el palco del Camp Nou, tras una entrevista con EL PERIÓDICO. / periodico

Marcos López / Barcelona

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Días oscuros para Josep Maria Bartomeu. Días tenebrosos incluso porque el Barça, convertido en actor secundario del mercado de fichajes tras completar, muy a su pesar, la venta más cara de su historia (Neymar) y verse obligado a firmar el fichaje más caro (Dembélé), anda sumergido en un período depresivo, con el presidente cuestionado por un verano negro, enfrentándose, además, a la moción de censura que ha activado Agustí Benedito.

Bajo presión anda Bartomeu porque los pilares («tenemos triplete y tenemos tridente») sobre los que edificó su contundente triunfo en las elecciones del 2015 (obtuvo 25.823 votos) han quedado totalmente dinamitados. La foto que le llevó a derrotar a Laporta, Benedito y Freixa ya no existe. Pertenece al pasado, al igual que el triplete.

Por no tener, no tiene todavía la foto que le garantizaría la verdadera tranquilidad. Esa imagen con Messi a su lado firmando la renovación hasta el 2021, aunque el club sostiene que no hay problema alguno. Que el acuerdo es total y que no pasa nada. Pero hasta que no llegue, eleva la presión sobre el presidente, dañado en su credibilidad también por la mala planificación deportiva de este verano.

CLIMA DE NERVIOS

El Barça no supo que Neymar se iba. Y cuando se enteró, no solo era tarde sino que no tuvo respuestas adecuadas para actuar, en lo que Albert Soler calificó como «un mercado inflacionado». Dejó así el club una sensación de debilidad, incapaz de alcanzar los objetivos que se había fijado, generando una sensación de frustración.

"No somos nuevos, llevamos unos cuantos años, esta es la séptima temporada y sabemos de qué va esto", dijo Bartomeu a EL PERIÓDICO el pasado 13 de julio intentando trasladar un mensaje de calma por la falta de refuerzos en las primeras semanas de mercado. Antes, claro, de que estallara el caso Neymar. Se refería a su rol primero como vicepresidente deportivo con Rosell (del 2010 a enero del 2014) y luego ya como presidente.

En agosto, todo cambió. Se fue el brasileño al París SG y desapareció para siempre el tridente, la imagen de marca mundial del equipo y del propio presidente. Desde entonces anda el Barça en un período de confusión y nervios, que ha aumentado aún más la presión sobre Bartomeu, quien comprobó que el enfado por esa errática  y desconcertante política de fichajes quedó visualizado en la presentación del joven Dembélé.

LA MAYOR INVERSIÓN

Había casi 20.000 personas en el Camp Nou. Debía ser una jornada festiva para saludar la llegada del fichaje más caro del club. Así fue siempre. Pero se escucharon gritos de "¡Bartomeu, dimisión!" en el estadio ante la tardanza en aparecer del delantero francés por un problema burocrático en su liquidación con el Dortmund.

El presidente eludió comentarlos, como también ha esquivado aparecer en el último tramodel caótico mercado de fichajes, delegando la responsabilidad pública en los ejecutivos: Soler (director de deportes profesionales), y Robert Fernández (secretario técnico). Inicia ahora Bartomeu su cuarto curso, tras invertir más de 500 millones de euros en fichajes (este verano es la mayor de la historia), obligado a romper la hegemonía del Madrid, con la amenaza, al mismo tiempo, de la moción de censura.

Dudas sobre el nuevo proyecto deportivo (se ha ido Neymar, una estrella mundial, y llega Dembélé, un prometedor joven de 20 años) puesto en manos de Valverde, a quien el club no ha arropado en sus inicios. Dudas en el césped, crispación social ("Bartomeu está fuera de control desde hace días", recalca Benedito) y problemas en la junta, con muchos señalados. Por ejemplo, Jordi Mestre, vicepresidente deportivo, por anunciar que «Neymar se quedaba al 200%», y con el presidente desde hace 10 meses en la vicepresidencia económica por la renuncia de Susana Monje. Curso caliente.