ANIVERSARIO DE UN DUELO DRAMÁTICO

Cuando el Barça evitó el descenso

Este miércoles cumplen 75 años de la victoria azulgrana ante el Murcia en la promoción (5-1). Cuatro goles de Mariano Martín evitaron caer a Segunda

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FREDERIC PORTA / BARCELONA

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Este miércoles 28 de junio se cumplen 75 años desde que el Futbol Club Barcelona disputara el partido de mayor transcendencia en su centenaria historia. No se trataba de una final, ni existía título alguno en juego. Simplemente, la promoción a un solo partido celebrada en Madrid ante el Murcia evitó el descenso del club azulgrana a Segunda División. Cuatro goles del ariete Mariano Martín disiparon la pesadilla, despachada con un rotundo 5-1 en el marcador final. Apenas una semana antes, paradójicamente, el equipo entrenado por Pepe Nogués había ganado la Copa del Generalísimo tras imponerse al Athletic Club de Bilbao por 4-3, prórroga incluida.

TREMENDA IRREGULARIDAD

La contradicción expresaba a las claras la tremenda irregularidad de aquel conjunto, capaz de doblegar a IriondoPanizo Zarra y jugársela a una carta ante los 'pimentoneros' como examen final de recuperación tras una aciaga campaña en el torneo de la regularidad. Hasta hoy y desde que arrancara la Liga en 1929, solo tres clubs han conseguido mantenerse siempre en la máxima categoría: Barça, Real Madrid y Athletic de Bilbao. El resto, incluidos muchos clásicos del fútbol español, han probado la hiel del descenso.

Basta con un repaso al once titular del Barça en la final copera para no entender cómo se produjo tal trance. Con Lluís Miró en la portería, defensa de dos formada por Zabala y Benito, centro del campo cubierto entre RaichRosalén y Llácer y la excelente delantera integrada por SospedraEscoláMartínBalmanya Bravo, aún hoy parece imposible ese trago de disputar la promoción.

LIGA DE 14 EQUIPOS

Repasemos los hechos. Era una Liga de apenas 14 equipos y 26 partidos en total. El Barcelona, entrenado por Ramón Guzmán, arrancó fatal la ruta, con un empate y cinco derrotas consecutivas. A partir de ahí, presión, nervios e incapacidad manifiesta para enderezar el rumbo. Caída al pozo junto a la Real Sociedad y al Alicante -no era Hércules entonces- con el único objetivo de no ocupar una de las dos plazas previstas de descenso.

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En la recta final, para buscar reactivo a la desesperada, el hasta entonces portero Pepe Nogués se hizo cargo del banquillo. El equipo empezó a remontar con tres victorias en Les Corts ante el Atlético Aviación, Sevilla y Castellón que confirmaron su carácter impredecible. Eran capaces de ganar o perder, golear o ser goleados por cualquiera en un constante desafío a la lógica.

El calendario de competición resultó un guiño favorable. Acabada la Liga, tal como era entonces costumbre, se disputó la Copa al completo y se remató el periplo con la temida promoción. Por suerte para el Barça, el equipo había recuperado resuello y nivel competitivo. Concentrados en Aranjuez, afrontaron ambas visitas a Chamartín, viejo campo aún por remodelar que permitía albergar a más de 20.000 espectadores.

CUATRO MINUTOS EN EL INFIERNO

Chocante, eso de ver a un flamante campeón copero luchar por su pervivencia. Para medirse a los murcianos, entrarían Antonio Franco y Valle en el once titular. De entrada, un buen susto: se adelantó el aspirante Murcia con un gol de Huguet. El Barça permaneció cuatro minutos en Segunda hasta el empate firmado por Mariano Martín, erigido en gran protagonista del duelo.

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Martín, auténtico 'tanque' del área y primer 'pichichi' del equipo en la posguerra, firmaría otros tres goles en la velada, con Sospedra completando la manita. El sufrimiento quedaba aliviado por el apoyo incondicional que los aficionados barcelonistas habían dado a su escuadra.

En apenas un curso, entre precariedades sociales y cartillas de racionamiento, la masa de socios ascendió de diez a quince mil abonados, enamorados con la brega de Raich y Balmanya -dos supervivientes del once de preguerra-, la dirección magistral del gran Josep 'El Maestro' Escolà, la chispa del diminuto Bravo en la banda y el estandarte goleador de Mariano Martín, a quien las graves lesiones de rodilla retiraron prematuramente para dejar su puesto a otro mito de los 40 y 50, César Rodríguez, el querido 'Pelucas'.

LA FURIA DEL ÁREA

Mariano Martín, apodado con el pomposo alias de 'La furia del área', permaneció ocho temporadas en el primer equipo, arrojando un promedio goleador sensacional de 214 goles marcados en 211 partidos. Desde 1944 no era el mismo a causa de una grave lesión en la rodilla que la primitiva medicina deportiva de entonces no supo sanar.

A él le cabe el honor de haber corregido el destino de la entidad. No fue Wembley'92. Lo vital fue un choque de promoción ante el Murcia disputado hace ya 75 años que habría podido alteral el curso de la historia barcelonista.