Luis Enrique, silbado hasta en su casa

Parte del Camp Nou respondió con pitos al técnico cuando de la grada de animación se vociferaba a favor del entrenador

Luis Enrique, en la rueda de prensa en París.

Luis Enrique, en la rueda de prensa en París.

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Luis Enrique, uno de los entrenadores más aclamados en el Camp Nou, se le pita. Sí, se le pita. No se sabe si porque el grito de la artificial Grada de Animació del estadio (era el minuto 5 de un partido delicado tras el desastre parisino) no venía a cuento. No se sabe si era porque la mayoría de aficionados no quieren que nadie les imponga un grito o, tal vez, por la reiteración en una noche que debía ser de duelo. Y hasta de silencio. Pero en seis ocasiones llegaron a corear ese grupo de aficionados el nombre del asturiano en un día que debía ser, y lo fue, de duelo por un Barça irreconocible.

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A más gritos a favor de Luis Enrique, más intensidad tenían los pitos. Era un in crescendo, signo del debate que ya se ha instalado en el corazón de la grada. «Entiendo los pitos para mí», confesó el asturiano, consciente de que la herida de París sangra y sangra sin parar, incapaz de hallar la cura necesaria para detenerla.

Habló el técnico hasta de «los fantasmas», una palabra que evoca a los viejos tiempos de depresión de la década de los 80. Tiempos de nervios que renacieron tras el empate del Leganés, atacado como anda el Barça en su corazón futbolístico, desposeyendo a la obra de Luis Enrique de su tesoro más preciado: competir sin rendirse nunca. Enfila los meses finales de su tercer y último año de contrato. Sin saber aún qué hará. Bartomeu sostiene que le esperará hasta abril, aunque su cargo le obliga a tener alternativas (Sampaoli, Koeman, Valverde) por si...