A Cillessen lo dejan solo

El meta holandés debutó encajando dos goles en los cuatro tiros a puerta realizados por el Alavés

Cillessen observa cómo el balón se aloja en la portería en el segundo gol del Alavés.

Cillessen observa cómo el balón se aloja en la portería en el segundo gol del Alavés. / JORDI COTRINA

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Acabó la primera parte y Cillessen, que debutaba en el Barça y en el Camp Nou, descubrió la dificultad de su oficio. Acostumbrado a ser portero toda su vida, entendió que vestido de azulgrana todo cuesta más. No tuvo responsabilidad alguna en el tanto de Deyverson, que pilló desorganizada a la nueva defensa de Luis Enrique, integrada por Aleix Vidal, Mascherano, Mathieu y Digne. Pobre Cillessen. Dos tiros hizo el Alavés en los primeros 45 minutos, un gol encajó. Cuando se dio cuenta, estaba ya bebiendo agua de ese botellín que tenía pegado al poste izquierdo intentando digerir lo que había sucedido en su estreno culé.

Sin tener culpa de nada comprendió la soledad que solía adueñarse de sus predecesores en el cargo. No le fue nada mejor en la segunda mitad ni siquiera después del tanto de Mathieu. De nuevo, la misma historia tuvo que vivir Cillessen. Sus dos primeros balones como portero del Barça los tocó con el pie (minuto 8 y 9), después atrapó un disparto de Ibai desde fuera del área. Y luego, cuando creía que todo se había calmado, apareció Kiko Femenia por la banda derecha para servirle un envenando balón a Deyverson¿Cillessen? Nada que reprocharle en ese primer gol encajado, por mucho que la grada del Camp Nou, recelosa como siempre con cualquier nuevo portero, lo mirara pidiéndole explicaciones.

HASTA SACÓ DE BANDA

Más que mirar al portero, tocaba mirar a la defensa. No se enteró de un inocente saque de banda del Alavés que, mira por donde, terminó con el 0-1 iluminando el asombrado marcador electrónico del Camp Nou. De camino al vestuario, completada la primera mitad, Cillessen, que había tocado más el balón con los pies, algo que no es novedad. Luego, en la segunda mitad, más de lo mismo. Otro desastre defensivo azulgrana y Cillessen recibiendo el segundo tanto en apenas cuatro tiros del Alavés.

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Una estadística realmente impecable para el ordenado conjunto vitoriano. Llegó incluso a sacar hasta de banda cuando el Barça, ya con Messi e Iniesta en el campo, estaba perdiendo de nuevo, incapaz de defenderse con la pelota. Mala noche eligió el exportero del Ajax para debutar. Y no toca refugiarse en él sino más bien en la poca ayuda que recibió de sus compañeros de la zaga porque no le tendieron la mano cuando más lo necesitó.

Entre una cosa y otra, mala defensa, portero novel, el Barça pasó un calvario atrás. Todo era tan inédito que no se hallaron automatismos ni solidez. Cuatro tiros a puerta del Alavés, dos goles y otro anulado, bien anulado, por fuera de juego. La prueba del caos culé.

En las tres primeras jornadas del Barcelona, Luis Enrique ha usado a tres porteros. Bravo, que ya debutó con el City, jugó ante el Betis, Ter Stegen, lesionado y baja, se estrenó con el Athletic en San Mamés y Cillessen no olvidará su primera noche en el Camp Nou. Dos goles y una sensación de orfandad.