Koeman: "Se va el número uno"

El héroe de Wembley ensalza la figura de Cruyff y dice que el cambio de la historia del Barça "empezó con él"

Koeman, a su llegada al Auditorio 1899 del Camp Nou.

Koeman, a su llegada al Auditorio 1899 del Camp Nou. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Nadie ha marcado más la vida de Ronald Koeman que Johan Cruyff, un compañero de viaje con quien mantuvo un sinfín de relaciones. Empezó como rival en el campo, él en el PSV y Johan en el Ajax, y siguió en el Camp Nou cuando le eligió como una de las piedras sobre las que construyó el dream team en contra de las voces que cuestionaban el fichaje de un defensa por 1.000 millones de pesetas. Aquella relación de seis años dio paso a otra mucha más personal. Las dos familias ha compartido muchos momentos inolvidables que se plasmaron en este último doloroso encuentro. Ronald, acompañado de su esposa Bartina, y dos de sus tres hijos, Tim y Debbie, viajó para este acto de despedida y, con el tiempo justo, voló después a Londres para asistir en Wembley al Inglaterra-Holanda en el que también se conmemoria la figura de Cruyff.        

“Se ha ido el número uno en todos los sentidos”, proclamó uno de los muchos jugadores del dream team que han acabado sentándose en el banquillo, ahora el del Southamton, siempre con sus enseñanzas en la cabeza. “Lo más importante es que ha dejado un estilo. Gente como Guardiola y yo estamos bastante inyectados por sus métodos. Su influencia ha sido muy grande y nosotros lo intentamos hacer lo mejor posible”.

Koeman se refirió a la repercusión que ha tenido su muerte en todo el mundo como una muestra más de su grandeza. Y le señaló como el responsable del cambio que ha vivido la historia del Barça desde su llegada. “Todo empezó con Johan.Después de ha habido otros entrenadores que han hecho al Barça más grande, pero el fue el principio”. Y en su caso, la relación fue más allá del campo. “Ha sido un placer estar con él, y no solo como entrenador. Como familia hemos estado mucho tiempo juntos, en cumpelaños, fines de año, celebraciones y aún te duele más”.

Entre los muchos recuerdos y vivencias, el héroe de Wembley eligió precisamente un momento de aquella final. Y ocurrió justó después de que él rompiera la barrera italiana y con ello la maldición que perseguía al Barça en la Copa de Europa. “Si tengo que quedarme con uno, diría el momento en que después del 1-0, Johan salta la valla para intentar estar en el campo. Es una imagen que hemos visto muchas veces. Después por suerte se han ganado más Copas de Europa, pero la primera siempre es especial”.