LA ACTUALIDAD AZULGRANA

Neymar y Suárez, la hora de las otras estrellas del Barça

Ambos delanteros están obligados a asumir la responsabilidad de tirar adelante el equipo tras la lesión de Messi

Neymar acude a felicitar a Luis Suárez tras uno de los dos tantos marcados por el delantero uruguayo al Las Palmas en el Camp Nou

Neymar acude a felicitar a Luis Suárez tras uno de los dos tantos marcados por el delantero uruguayo al Las Palmas en el Camp Nou / periodico

MARCOS LÓPEZ / JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Con Leo Messi en la enfermería, le corresponde ahora a Neymar Luis Suárez asumir más responsabilidad. No solo con goles, también en el liderazgo del Barça. No se trata únicamente de generar desequilibrio llevar al equipo, sino, al mismo tiempo, de sostener la estructura ofensiva del tricampeón a la espera de que retorne el mejor del mundo. El brasileño ya brilló cuando hace casi dos años tuvo que vivir una situación similar por la lesión muscular de Messi. El uruguayo, en cambio, se enfrenta a su primera experiencia en un Barça sin el 'diez'.

Neymar

Dos meses para mandar y volar solo

Está en su tercera temporada en el Camp Nou (5 partidos, 3 goles, 24 remates, 9 a puerta). Y encajado como nunca en el dibujo táctico que diseñó Luis Enrique para una perfecta cohabitación con MessiNeymar en la izquierda, Leo en la otra punta del campo (la derecha). Más cerca de lo que parece de Suárez, el 'nueve', eliminando defensas a ambos. Ahora, le corresponde al 'once' demostrar que puede asumir el mando. Para eso, entre otras razones, lo fichó el Barça invirtiendo casi 100 millones de euros, dejándose en el camino a Sandro Rosell, el presidente que lo trajo y que tuvo que dimitir, y provocando, por los problemas de su complejo contrato, que Josep Maria Bartomeu, el actual presidente, esté todavía imputado.

En su primer año juntos, Messi y Neymar nunca lograron hablar el mismo lenguaje futbolístico. Por muy cerca que estuvieran. Que lo estaban. Leo, de 'falso nueve', y Ney, de 'once'. Y el brasileño sufrió en su primer curso en Europa (15 goles en 41 partidos) hasta que llegó Suárez. Entonces, todo se encajó en el equipo con Neymar siendo decisivo en partidos decisivos firmando 39 goles en 51 encuentros. Tras superar las paperas que le hicieron perderse los cuatro primeros partidos de la temporada, ya no tendrá ahora a Messi a su lado. Le toca, por lo tanto, volar solo.

En Brasil, no le asustó nunca la responsabilidad. En Barcelona siempre ha tenido a Leo, excepto dos meses (noviembre-2013, enero-2014). Entonces se le vio más liberado y con mayor influencia en el juego. Pero aquel Barça de Gerardo 'Tata' Martino no se parece en casi nada al Barça de Luis Enrique. Ni tampoco es el mismo Neymar, ese joven que llegó rindiendo pleitesía al 'diez', tan servicial incluso en sus gestos y en su fútbol que eclipsaba su exquisito talento. Ahora Neymar necesita sentirse el gran protagonista. El equipo también lo necesita a él. Su regate, su descaro, su desequilibrio...

Luis Suárez

El instinto del 'nueve' para ganar partidos

Se marchó Messi desolado, con el Camp Nou conmocionado, y Suárez, un profesional del gol, ni se inmutó, a pesar de ser uno de los mejores amigos del argentino. La tarde en que no estaba el 'diez' ante el Las Palmas apareció el nueve con dos goles fundamentales para que la depresión no fuera aún mayor (2-1). Los dos de puro 'nueve'. De delantero de toda la vida. El primero fue un imponente cabezazo que dio más brillo aún al exquisito centro de Sergi Roberto, que tuvo un prólogo bello en el taconazo de Munir. El segundo, aprovechando un centro de Munir que Busquets convirtió en asistencia de gol sin tocar siquiera la pelota dejándola pasar astutamente entre sus piernas sabiendo que a su espalda estaba el pistolero. Sin pensar, y con un furioso y violento disparo con la derecha, Suárez demostró su instinto.

Ser el delantero centro en un equipo que tiene a Messi y Neymar en las bandas le obligaba a Suárez a un doble trabajo. Por un lado, debía ejercer no solo de rematador sino también de polo de atracción para engatusar a los defensas y abrir atajos para sus socios de ataque. Ahora, sin su amigo Leo, le tocará al exdelantero del Liverpool finalizar más las jugadas, como ocurría en sus tiempos en Anfield o con Uruguay. Allí, Suárez era el punto final del juego. En el Barça no lo era tanto. Ahora lo será más.

Hace 11 meses que debutó en el Bernabéu (25 de octubre) y le costó entrar en el engranaje. Apenas seis tantos en sus primeros 18 partidos de azulgrana crearon ansiedad. Incluso en él, un goleador indiscutible. Pero el tramo final de la temporada, con 19 tantos en 25 partidos, se comprobó la verdadera dimensión del uruguayo. Ahora, tras ser el único del tridente que ha hecho la pretemporada completa, los números son más que rentables (9 partidos, 5 goles, 27 remates, 12 a puerta). Suma ya Suárez 30 goles en 52 partidos. El 'nueve' está listo.