Un 'stage', dos equipos

Es una imagen repetida a diario en la estadía de Saint George's Park. Cada mañana, minutos antes de la salida de los jugadores al terreno de juego, un gran número de personas, todas vestidas de azul, hace ya tiempo que deambulan por el césped ultimando los preparativos de la sesión de entrenamiento. Todo está calculado, milimetrado, tal es la obsesión del entrenador para que todo funcione como un reloj suizo de precisión. Son muchos, casi como una plantilla, pero todos tienen su función. Es el otro equipo de Luis Enrique, un grupo de profesionales que no marcarán goles ni darán asistencias pero que ayudan a los jugadores a rendir al máximo nivel.

De todo el equipo técnico, hay un núcleo mucho más próximo al entrenador porque trabaja con él a pie de campo. Es el caso de Juan Carlos Unzué (47 años), mano derecha del asturiano desde que la pasada temporada se hizo cargo del Celta. Ahora, en el Barça, cuenta también con otro segundo, Robert Moreno (36 años), exentrenador del Juvenil B de la Damm y de la UE Castelldefels en la Liga Nacional y que también formó parte del cuerpo técnico del asturiano en el Roma y el Celta. Joan Barbarà (47 años), auxiliar técnico, es otro de los hombres de confianza del técnico desde su etapa en el Barça B, etapa en que hizo funciones de segundo entrenador. No le acompañó en la aventura italiana, pero ahora no ha dudado en repescarlo.

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Un caso especial es el del preparador físico, tarea que ahora realiza el mallorquín Rafel Pol (27 años), un reputado profesional de quien Luis Enrique quedó prendado por sus métodos. Tanto, que no dudó en pedirle que le acompañara cuando se fue a Roma. Desde entonces, este licenciado de INEF en la especialidad de fútbol por la Universitat de Barcelona, autor de varios libros y artículos científicos, no se ha separado del técnico. José Ramón de la Fuente, entrenador de porteros, es de los pocos que ha continuado después de empezar su labor en la última etapa de Guardiola y continuar luego con Tito y Martino.

Caso aparte es el de Joaquín Valdés. «Es el psicólogo, pero tranquilos que es para mí, aunque si algún periodista necesita de sus servicios también le puedo dar su tarjeta», bromeó el día de su presentación Luis Enrique al hablar de este profesional, a quien ya conoció en los Juegos de Barcelona-92, cuando el ahora técnico formaba parte de la selección olímpica que ganó el oro.

Luis Enrique siempre ha tenido psicólogos en sus equipos, pero al final, tras muchas entrevistas, siempre acaba por echar mano del mismo, Valdés, que ya estuvo también en la etapa del Barça B. «Es un comodín para los jugadores y para el cuerpo técnico», dice el entrenador de este profesional, de quien también se burla con cariño: «Es asturiano, pero de Oviedo, no todo iba a ser perfecto». Y es que Lucho nació en Gijón.

Alejados del terreno de juego, y situados siempre en las alturas, se vislumbra en Saint George's Park a los técnicos del vídeo. Carlos Martínez, Jesús Casas (exojeador del Bar-

ça en Andalucía y exentrenador del Balón de Cádiz juvenil), Isidre Ramón y Jordi Melero (era colaborador de Eusebio en el filial y especialista en el estudio de porteros) se ubican en lo alto de una estructura metálica y también sobre uno de los tejados para grabar  la sesión, que luego se revisa meticulosamente, sobre todo los ejercicios tácticos.

Finalizado el entrenamiento, entran en acción los fisioterapeutas. Cinco han venido hasta Inglaterra (Jordi Mesalles, Xavi López, Xavi Linde, Roger Gironès y Jaume Munill). Linde, que la temporada pasada ejercía en el primer equipo del Espanyol, llega de la mano de Juanjo Brau, supervisor de los fisios que se ha quedado en Barcelona, igual que Paco Seirul.lo (preparador físico) y Francesc Cos (responsable del trabajo en el gimnasio). Tampoco ha viajado Pepe Costa, responsable de la oficina de atención al jugador.

El resto de la expedición lo forman Carlos Naval, el delegado, los responsables de prensa, los de material y, también, un cocinero.