EL GRAN REVULSIVO COLCHONERO

Los códigos de Simeone

El técnico argentino empapa de su carácter al Atlético Desde que llegó aún no ha perdido

Protagonista 8Simeone, el viernes, en el entrenamiento del Atlético.

Protagonista 8Simeone, el viernes, en el entrenamiento del Atlético.

CARLOS F. MARCOTE
MADRID

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«Quiero un equipo agresivo, fuerte, aguerrido, contragolpeador y veloz. Eso nos enamoró siempre a los atléticos».Con estas y parecidas palabras aterrizó Diego Pablo Simeone (Buenos Aires, 1970) en el Atlético para relevar a Gregorio Manzano el 26 de diciembre. No se olvidó tampoco de decir que«el esfuerzo no se negocia». A los futbolistas rojiblancos ya les ha repetido en varias ocasiones una de sus frase de cabecera:«Los partidos hay que jugarlos con el cuchillo entre los dientes».

Ayer mismo dio una vuelta de tuerca más a un discurso tan básico al decir que sus jugadores tienen que encontrar la manera de«lastimar»al conjunto azulgrana. No hablaba de ir a la guerra sino de la intención inequívoca de los rojiblancos de provocar un nuevo tropiezo barcelonista por cauces más o menos lícitos, Que nadie ponga en duda que el Atlético acabará el partido con el doble de faltas que su rival.

El caso es queEl Choloha conseguido del tirón dar la vuelta al equipo como a un calcetín, lo ha empapado de su propio carácter y no ha hecho más que sumar desde que empató en La Rosaleda contra el Málaga en su estreno. El espíritu del doblete del 96, del que Simeone fue uno de los grandes abanderados, ha renacido en el club aunque solo sea para arrimarse a la Liga de Campeones y a pensar en una nueva Liga Europa.

Futbolista-hincha

Después de su doble etapa como jugador rojiblanco, en la que se ganó por méritos propios ser considerado el prototipo de futbolista-hincha --fue especialmente odiado por losUltras Sur--, siempre tuvo claro que regresaría como técnico a poco que las cosas se le dieran medianamente bien en los banquillos. Ganó el Torneo Apertura con Estudiantes de la Plata en el 2006, el Clausura con River Plate en el 2008, salvó del descenso al Catania el año pasado y volvió al Racing Club argentino, donde se había estrenado como entrenador tras pasar como jugador por Vélez, Pisa, Sevilla, Atlético (Liga y Copa 1996), Inter, Lazio (Liga, Copa y Supercopa 2000), Racing Club, Estudiantes, River, San Lorenzo y Catania, con 106 partidos como internacional con Argentina.

Llegó al banquillo del Atlético y el fútbol español sufrió una sacudida solo de pensar en sus andanzas como jugador.«Sacar fuera del campo lo que pertenece a él lo descalifica. No le pediré disculpas ni perdón. No tenía ganas de lesionarlo. Yo también vivo de esto», dijo de Julen Guerrero, a quien propinó un alevoso pisotón en un muslo en el 96. Provocó la expulsión y posterior sanción de cuatro partidos a Romário en el 1994. Otro tanto hizo con Beckham en el Mundial de Francia 98.«Uno se aprovecha de las oportunidades que le vienen en la vida», dijoEl Choloentonces. Siempre se ha afirmado que acabó con la carrera de Iván Helguera en Italia después de coserle a patadas en un Inter-Roma.«El fútbol es conceder o marcar tu lugar. Y el rival lo interpreta enseguida. En el campo hay roces continuos y de eso hay que intentar sacar ventaja», decía en el 2006. Hoy repite que jugar bien es saber a qué se juega:«En situaciones puntuales, es cierto que la táctica es una parte secundaria. El convencimiento siempre le gana a las formas». Hoy tiene la oportunidad de demostrar que de verdad ha puesto las pilas al Atlético.