La gala del Balón de Oro

Xavi, el socio perfecto

M. L.
ZÚRICH

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A Xavi le faltaba el balón. De vez en cuando miraba al suelo, pero no estaba. Acostumbrado a domar la pelota desde que era un niño, no se siente completo si le falta entre sus pies. Hablaba Xavi y Álex Ferguson, el viejo técnico del Manchester United, se quedaba mirándole embobado. Se le caía la baba. No decía nada, pero su mirada limpia era un mensaje cristalino. Un día con Xavi es el paraíso para cualquier persona que ama el fútbol.

«Soy apasionado de este deporte, eso te ayuda mucho»,dijo el segundo capitán azulgrana, mientras Ferguson no movía ni una pestaña.«Lo más importante es querer y amar al Barcelona, eso es lo que más te ayuda»,añadió. Por todas esas razones, y por tercer año consecutivo, Xavi desfiló por la alfombra roja de Zúrich

con un impecable traje comprado, precisamente, en la tienda que tiene Cristina, la mujer de Guardiola, en Manresa.«Estoy disfrutando como un niño», repitió mientras Joaquim, su padre, Maria Mercè, su madre, y Álex, su hermano, irradiaban felicidad.

Xavi no ocultó su emoción cuando Messi agradeció públicamente a sus compañeros y, especialmente a él, ese Balón de Oro.«Quiero compartirlo con vós», le dijo mientras Blatter, Ronaldo y Platini aplaudían el gesto del futbolista. «Con las palabras de Leo me siento el hombre más feliz del mundo. Eso es mejor que cualquier premio. No me lo esperaba porque Leo es una persona tímida al que le cuesta expresar sus sentimientos», valoró orgulloso el centrocampista azulgrana.