El cambio silencioso

De forma sigilosa, casi imperceptible, Pep Guardiola está remodelando el Barça. No solo introduciendo grandes novedades tácticas en su cuarto año (el 3-4-3 ha dejado de ser un recurso para convertirse en algo habitual) sino con la inclusión de piezas nuevas (Mascherano, Tgiago y Cesc son los mejores ejemplos) en lugares estratégicos de un equipo que se reformula a diario.

LA EVOLUCIÓN Fórmulas nuevas para sorprender al rival

Sin extremos (Pedro y Villa están en la banda pero juegan hacia dentro) y con extremos (Cuenca y Adriano viven pegados a la cal, capaces de llegar hasta la línea de fondo). El mismo dibujo -el 4-3-3 tradicional del Barça de Guardiola-, pero una manera diferente para atacar para sorprender a los rivales, que han estudiado con minuciosidad el dibujo táctico del campeón. Con extremos, hasta Alves ha desempeñado ese papel en dos partidos (ante Osasuna en el Camp Nou y en Mestalla con el Valencia) y sin un nueve porque Guardiola quiere despejar el área enemiga para que entren delanteros e interiores. Messi va y viene, pero nunca está. Como Cesc. Xavi, con cuatro goles, e Iniesta, con tres, están en sus mejores registros ofensivos. Es, como diría el técnico, empezar el juego por fuera y acabar por dentro.

LA ZAGA Mascherano, el pilar defensivo del equipo

Hace un tiempo, habría sido impensable imaginarse una defensa del Barça sin Puyol y Piqué (solo han coinicidido en dos partidos por las lesiones que han sufrido), pero tras casi cuatro meses de competición, Mascherano es el nuevo pilar. De vuelta de Bilbao, él se sentía culpable del empate en San Mamés. Resbaló en el gol de Ander Herrera y provocó de manera innecesaria el córner del gol de Llorente. Guardiola discrepa: «Es el mejor central que tenemos». Las cifras le avalan: 15 faltas en 15 partidos y en seis encuentros no ha cometido ni una sola infracción.

LA SORPRESA La espectacular madurez deThiago

En agosto, pese a que hizo una pretemporada de escándalo, aún se miraba a Thiago con cierto recelo, dudándose de que fuera compatible con Cesc. En otoño, en cambio, nadie duda de un futbolista que ha protagonizado una reconversión espectacular. Mantiene la esencia de su fútbol (es un malabarista con la pelota), pero ha añadido fortaleza defensiva, además de una agresividad que no se le suponía. No es casual que en un lugar con tanta competencia -el centro del campo- haya sido ya titular en 10 de los 19 partidos. Ahora, a Thiago, pese a sus 20 años, se le ve casi como un jugador hecho, que no solo aporta talento sino que tiene llegada -su remate de cabeza es uno de los mejores del equipo-y destaca más por los balones que recupera (69) que por los que pierde (45).

EL ENCAJE Cesc marca y además genera profundidad

El Barça no solo ha empleado el 3-4-3 para sorprender a los rivales sino también para hacerle un hueco a Cesc, un jugador que ha entrado de pie en el equipo. A pesar de haberse perdido tres encuentros por lesión, el exfutbolista del Arsenal proporciona a Guardiola el factor sorpresa que requería un equipo que llevaba tres años jugando de forma similar -no se le había visto jugar en la Liga española- y una conexión inmediata con Messi. Marca goles (suma siete, los dos últimos de cabeza, es el segundo máximo realizador del equipo junto a Villa, muy por debajo claro de Messi, con 23) y tanto sirve para moverse por el centro del campo como para ser el otro falso nueve que buscaba el técnico. Con Cesc, el encaje ha sido inmediato, permitiendo junto a la irrupción de Thiago dotar al centro del campo azulgrana de alternativas.

LA PLANTILLA Todos juegan y más rotaciones que nunca

Con el debut en la Copa la pasada semana, Guardiola pudo abrir la puerta al único jugador que no había debutado esta temporada. Con Pinto en la portería ante L'Hospitalet, el técnico ya ha usado a los 21 jugadores de la plantilla profesional, además de haber apostado por cinco jugadores del filial. Cuatro han debutado con el primer equipo (Cuenca, Deulofeu, Tello y Rafinha) además de uno (Jonathan dos Santos) en quien confía mucho Guardiola. «Tiene nivel para estar con nosotros», suele decir del mexicano. Son, por lo tanto, 26 los jugadores que ha empleado el entrenador, que está haciendo más rotaciones que nunca.

No solo porque tiene mejores jugadores -el valor de la plantilla ha aumentado con la llegada de Cesc, Alexis, aunque apenas lo ha podido utilizar por la lesión muscular que le ha tenido de baja durante dos meses, Thiago y Fontàs- sino porque nadie puede dormirse.