El disparate del cierre patronal

El fútbol no es un banco, es un placer. Una distracción, un divertimento para el aficionado. Y una profesión para el futbolista. Aficionados y futbolistas serán los afectados en caso de que la Liga sufra algún tipo de variación en función de si hay o no plante, huelga, cierre patronal o como quieran llamarle los que defienden esa vía. Yo no entraré en quién tiene razón. Pero sí tengo claro que las cosas se tienen que hablar y luego adoptar una medida de fuerza cuando toca, no a deshora. No con el calendario cerrado. No a dos meses de finalizar una temporada que ofrece pocas fechas libres.

El problema de los clubs no es de ingresos, sino de la gestión de ese dinero. No por recibir más (televisión, quinielas, apuestas, publicidad...) estarán automáticamente más saneados. Sí, es lógico que los clubs discutan la forma de repartirse el pastel televisivo. El grueso de sus ingresos viene de la televisión. Partiendo de la base de que nadie quedará contento del todo en este apartado, yo miraría un poco más por el aficionado. Y por el futbolista. Yo no arrastraría al aficionado al fútbol de pago en tiempos de crisis. Sé perfectamente que la Liga es la única de los grandes torneos europeos que mantiene en abierto parte del fútbol. Y resulta muy goloso ver como los vecinos (Inglaterra a la cabeza, Italia, Francia, no tanto Alemania) ingresan más que tú por parte de las televisiones. Y si allí todo es de pago, pues aquí también, ¿no?

Malos gestores

No. En estos tiempos donde la gente pasa por serias dificultades económicas que lastran incluso la asistencia a los campos -¿verdad que no se llenan, en su gran mayoría?- no le lleves a un gasto más. No le quites un placer, una distracción que tiene gratis. Porque esto no es una regla de tres. Los malos gestores seguirán siendo malos ingresando 5 o 25.

Y deja al Gobierno tranquilo, que suficientes dolores de cabeza tiene. Es que ahora los clubs ingresamos menos por las quinielas, que la gente se tira más a las casas de apuestas virtuales. Y esto no está regulado y por ahí no vemos un euro... Siendo cierto como es, no es un caso exclusivo de España. Es europeo. Global. Por tanto, su regulación afecta a más de un país, a más de una Liga: afecta a la UEFA, a las federaciones y, entonces sí, a sus respectivos gobiernos. Yo no sé si, como he oído y leído, el Gobierno de España ha de compensar a los clubs con un porcentaje mayor por las quinielas aun ingresando menos por ellas. Visto desde fuera, es un contrasentido.

Será un disparate si este asunto desencadena un paro y se corre el calendario de Liga, con el sinsentido que supone jugar la última jornada tras un paréntesis de 21 días. Porque la garantía de un puñado de euros extra no te hará mejor gestor.

Xavi y Villa

Cambiemos de tema. Así como Xavi no está en el campo solamente para dar pases de gol, Villa no juega únicamente para marcar. Siendo los dos del Barça, Xavi ha necesitado ser campeón de Europa y del mundo y llegar a 100 entorchados para recibir el elogio de todos. Con él, la selección tiene un poco del Barça. Y un poco del Barcelona ya es mucho. Xavi aporta estilo, equilibrio y dominio del balón; Villa, profundidad. Su problema -no suyo, el que le cargan encima- es que es delantero. Y para el que no está en el campo, para el que no es entrenador, el delantero solo es sinónimo de gol. El error de apreciación es enorme.

Villa no es menos peligroso por haber estado cinco partidos sin marcar con el Barça. Ni deja de hacer bien su trabajo por haber tardado tres partidos con la selección para superar el récord de Raúl. Los goleadores son egoístas. El equipo puede ganar, pero no se van a dormir tranquilos si no colaboran con un gol.

Pero si ya es el máximo goleador de la historia de la selección, si su porcentaje de goles por partido es alto, es porque hace muchas más cosas que esperar el balón y empujarlo. Villa es sinónimo de profundidad. Significa estar siempre atento para abrir líneas de pase, para arrastrar a los defensas y liberar así el espacio para otros.

¿Marcará siempre? No. El fallo es parte del fútbol. Para mí, que un delantero juegue mal o bien no tiene nada que ver con el gol. Solo por el hecho de moverse cerca del área rival ya tiene más números de marcar que otro. Jugar bien o mal depende de si has hecho o dejado de hacer una serie de detalles que no se ven tanto como un gol. En su caso, hablamos de profundidad.