LAS CLAVES DE JOHAN CRUYFF

Es la hora de los suplentes

El Barça entra en un momento de la temporada en que el banquillo juega un papel básico. Y más en plantillas que son cortas.

Keita evita que el balón salga fuera, el pasado sábado en el estadio de Riazor.

Keita evita que el balón salga fuera, el pasado sábado en el estadio de Riazor.

Johan Cruyff

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Los técnicos del Barça van a disfrutar, y mucho, en las próximas semanas. Se van a mover, se están moviendo ya, en su escenario soñado: dos partidos por semana, plantilla corta y vivos en todas las competiciones. Por tanto, toca gestionar la plantilla. Nada de reventar al 11 que todos tienen en mente. Los campeonatos, y más en plural, no se ganan con un equipo titular. En ese vestuario son pocos pero son muy buenos. Cada uno con sus virtudes. Y encima todos están en condiciones. Ni un lesionado. Siempre existe el riesgo de lesión, pero este disminuye con las rotaciones. Es la hora de los suplentes. De los menos habituales.

Para mí, y creo que paraGuardiolatambién, esta es la auténtica fuerza de una plantilla, que ha de ser corta si buscas tensión y rendimiento inmediato.

Calendario de Copa en mano, ha sido fundamental el pase firmado en San Mamés. Ya has mejorado algo respecto al año pasado, en el que caíste en la misma ronda ante el Sevilla quedándote con la extraña sensación de que te fuiste sin saber muy bien cómo ni por qué. A ida y vuelta, siempre puedes caer eliminado, pero hay momentos, situaciones, que te hacen más fuerte si las sacas adelante. Y tras un mal resultado en la ida frente al Athletic (0-0) -obviamente fue peor el 1-2 contra el Sevilla- los titulares más algún suplente sumaron esfuerzos para que en Bilbao no se repitiese la historia.

Cuanto más, mejor

Este Barça, tal y como está confeccionado, es para mirar hacia una competición global. Cuantos más frentes abiertos, mejor. Cuantos más partidos haya, mejor. Más allá de su indiscutible talento, este grupo -que no equipo- está parido para rendir al máximo si la exigencia del calendario también es máxima. Y rendir al máximo no es ni correr más, ni cansarte más, ni utilizar siempre a los mismos. Rendir al máximo, para mí, es gestionar efectivos -ahora doy descanso a este, ahora pongo a ese otro- y conseguir el más difícil todavía: ser amo y señor del tempode los partidos. Ahora acelero, ahora freno. Pero siempre domino.

En Riazor, cuatro tiros entre los palos, cuatro goles. Eficacia máxima, sí. Aunque suene a pecado, ¿para qué chutar más? El partido estuvo igual de dominado con 0-0 que con 0-2 que con 0-4. En un terreno de juego solo hay un balón. Si siempre lo tienes tú, ocupas bien los espacios y lo mueves con criterio y atención, el rival acabará aburrido, desesperado y agotado. Nada cansa más, física y mentalmente, que correr tras un balón que se ve pero no se toca, y que cuando lo tienes estás tan lejos deValdés, a tantos metros de la portería, que tu portero acaba como en Riazor, tocando muchos más balones con el pie que con las manos. Y, encima, el que le llega con cierto peligro lo para. Para tus rivales, otro dato desesperante.

Impecable el gol de falta deMessi.Para mí, son infinitamente mejores las apariciones concretas y letales del argentino. Nos queda lejísimos aquelMessi que se desparramaba durante 30, 40, 60 metros a veces para buscar el gol de Maradonaen México o repetir el suyo contra el Getafe. Este jugador es ahora mismo un portento en la gestión del esfuerzo propio en beneficio del colectivo. Marca más o menos como antes y a la vez hace posible que los demás marquen más. Este 2x1, goleador y asistente a la vez, le ahorra esfuerzos y multiplica la felicidad de los otros, empezando porVillayPedro,y acabando por el equipo entero.

La cita con el Arsenal

Seguramente no volveremos a ver el llamado 11 titular-titular hasta mediados de febrero ante el Arsenal en la Champions. Y si es así, su rendimiento vendrá condicionado por este mes y medio de gestión pura y dura de jugadores que tienenGuardiolay todo su cuerpo técnico.

Copa desequilibrada

No es por nada, pero son 14 partidos los que faltan hasta la cita de Londres. Cuatro de Copa para plantarte ya en la final y otros 10 partidos de Liga. Y viendo lo que he visto este fin de semana por la tele al menos podríamos ahorrarnos algunos, por ejemplo, los de la vuelta de la Copa. Maravillosos resúmenes los que nos han llegado de la Copa inglesa. Siendo como es a partido único, campos llenos, máxima emoción y alguna gran sorpresa. Esto es la Copa, sí señor.

Lo que se da en Inglaterra, que un Primera caiga contra un Segunda o un Tercera, aquí es casi imposible. El Segunda o Tercera te planta cara, se deja el alma a un partido, pero a dos encuentros, a ida y vuelta, el grande tiene una ventaja imposible de superar por el más pequeño.