La situación actual

Casas de apuestas, bancos y aseguradoras copan el mercado

JORDI TIÓ
BARCELONA

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Hace varias décadas que las grandes multinacionales y los clubs de fútbol sellaron sus destinos: las primeras, por considerar que no había mejor proyección internacional para sus productos que ligar sus nombres con las estrellas del balón y los clubs ganadores; los segundos, por la necesidad de ingresar dinero para poder fichar y hacer frente a unas deudas cada vez mayores. Contados equipos resistieron durante años la tentación del dinero por manchar la camiseta: uno es el Barça, hasta ahora ligado a Unicef; el otro, el Athletic de Bilbao, que la temporada pasada claudicó ante Petronor. Actualmente, las casas de apuestas, bancos y aseguradoras predominan en la lista de los principales patrocinadores, así como países emergentes dispuestos a invertir petrodólares.

1 La disyuntiva del Barça por mantener 'limpia' la camiseta

La llegada de Joan Laporta a la presidencia en el 2003 abrió un debate prohibido en el club azulgrana. Si hasta entonces nadie se había atrevido a plantear siquiera la posibilidad de patrocinar la camiseta, otro fet diferencial de la entidad junto al més que un club, el nuevo presidente logró arrancar de la asamblea de compromisarios la autorización para poner publicidad debido a «la extrema gravedad financiera», algo que hasta entonces solo había sucedido en dos amistosos en Japón, en 1990, donde el equipo lució el logotipo de la aerolínea nipona JAL.

Pero el patrocinador no llegó a pesar de las ofertas presentadas. Algunas curiosas, como el de la farmacéutica Pfizer, inventora de la viagra, o de la casa de apuestas Bwin, que se cansó de esperar y al final se decantó por el Milan a cambio de 17 millones por temporada. Una cantidad que a la entonces junta azulgrana le parecía poco para justificar el acuerdo ante las crecientes críticas por ligar el club con el juego. Mayor fue el malestar cuando en el 2005 se dio por hecho un acuerdo con China para promocionar los Juegos de Pekín 2008. Las quejas arreciaron ante la posibilidad de ligar el nombre del club a un país donde se vulneran los derechos humanos. Finalmente, el club apostó por un patrocinio innovador: luciría el nombre de Unicef y aportaría 1,5 millones al año para programas de ayuda a la infancia.

2 Electrodomésticos, leches y apuestas, la ruta del Madrid

Todas las reticencias históricas del Barça a poner una marca en la camiseta quedan en nada cuando se le compara con el Madrid, donde desde el primer momento apostaron por el patrocinio y el dinero que aportaba a costa de manchar lo que fuera. Fue la firma de electrodomésticos Zanussi quien en 1982, bajo la presidencia de Luis de Carlos, se convirtió en el primer gran espónsor del club blanco, desatando todo tipo de rumores, como aquellos que anunciaban el descenso de ventas de esa empresa en Catalunya. Luego llegaron otras firmas, como la productora de lácteos Parmalat, Otaysa (empresa de la automoción), Teka o Siemens, entre otras. Actualmente, el Madrid cuenta con el patrocinio de Bwin, una casa de apuestas que paga 23 millones al año por exhibir su nombre en la camiseta blanca.

3 El predominio de las casas de juego a través de la red

Las apuestas por internet se han convertido en pocos años en un fenómeno planetario del que el fútbol no ha quedado exento. Más bien todo lo contrario. Y es que empresas como Bwin, BetClic o Eurobet se han convertido en los grandes espónsores de clubs europeos y suramericanos. Solo en Portugal, por poner un ejemplo, BetClic patrocina un total de 28 clubs de Primera y Segunda División. Las casas de apuestas, junto con los bancos, las compañías aseguradoras y empresas de telecomunicaciones, forman el gran núcleo del patronicio del fútbol europeo, con un desembolso total para esta tempordada de 320 millones de euros.

4 La irrupción de los petrodólares y países emergentes

Los países del Golfo Pérsico, los mayores productores de petróleo del mundo, han irrumpido con fuerza en el fútbol europeo hace relativamente poco tiempo, aunque su implantación en Inglaterra lleva unos años de ventaja Así, la compañía Fly Emirates, propiedad del Gobierno de Dubai, no solo es el principal patrocinador del Arsenal y da nombre a su estadio (a cambio de 84 millones de euros hasta el 2021), sino que además es socio oficial de la FIFA. Esta línea aérea también es desde esta temporada el espónsor del Milan, que cobrará 50 millones en los próximos cuatro años. Ahora llega el turno de Qatar, que convertirá al Barça en el mejor pagado del mundo.