ELOGIOS UNIVERSALES TRAS EL 5-0 AL MADRID

Culto al Barça

El mundo se entrega al equipo de Guardiola y lo coloca a la altura de los grandes de la historia

DAVID TORRAS / Barcelona

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El Barça circuló ayer por todo el mundo acompañado por una interminable catarata de elogios. El equipo de Pep Guardiola recibió todos los honores desde todos los rincones, saludado como una obra de arte, una pieza única digna de figurar entre los grandes equipos de todos los tiempos y que pusieron a la altura de genios tan ilustres como Beethoven y Picasso, y en el caso de Xavi y a Iniesta al lado de John Lennon y Paul McCartney. Una exageración si se quiere pero proporciona una idea de hasta qué punto el espectáculo del clásico ha traspasado fronteras y ha convertido al Barça en una referencia mundial única.

Los colores azulgranas volvieron a inundar las calles de Catalunya en una nueva exaltación de la barçamanía que se vive desde hace más de dos años. Miles de niños acudieron a la escuela vestidos de Messi, de Iniesta, de Xavi, de Puyol, de Piqué, de Villa, camisetas que ya han celebrado ocho títulos, una celebración que contrastaba con el doloroso silencio que reinaba en Madrid. Desde que Mourinho asumió en voz baja la derrota, ni una palabra más. El técnico fue el responsable de que los jugadores no hicieran declaraciones tras el partido y prohibió también que se tomaran imágenes en el fúnebre vuelo de regreso, uno de los más tristes de la reciente historia blanca.

GRAN ECO MEDIÁTICO / En medio de ese ambiente, ya se escucharon comentarios, cuestionando el planteamiento y, sobre todo, los cambios del técnico y la actitud pasiva que adoptó. Pero, a diferencia de lo que ocurría con Pellegrini hace un año, nadie se atreve a lanzar esas críticas a cara descubierta. Florentino se ha entregado a Mou, Valdano cumple profesionalmente el papel de portavoz, dispuesto a defender lo que haga falta, y al club no le queda más que seguir adelante con este proyecto. Mientras el Barça recibía flores de todo el mundo, el Madrid volvía a ser ayer objeto de un golpe a su imagen, con la sanción de la UEFA por el teatro de las tarjetas en Amsterdam.

Después de las largas disputas que provocó la decisión de jugar el clásico en lunes, la repercusión mediática se multiplicó como nunca. La Gazzetta dello Sport, por ejemplo, dedicó por primera vez la portada y las cinco primeras páginas a un partido de una Liga extranjera. Y lo mismo L'Equipe, que ilustró la portada con una única foto: Xavi señalándose el escudo tras marcar el primer gol. Y así, un sinfín de ejemplos, con el denominador común de una desbordada admiración al juego ofensivo y a la filosofía azulgrana.

En Inglaterra, en la cuna del fútbol, abundaban las reflexiones preguntándose si este equipo, al que The Guardian bautizó como The Orgasm Team, no es ya el mejor de la historia. «Igual que viendo a Brasil 70, la hermosa y brutal demolición del Barça al Madrid hará que una generación entera se enamore del fútbol», se podía leer. En su paso por tierras inglesas, Mourinho tampoco dejó muchos amigos y ayer muchos no dejaron pasar la ocasión de ajustar cuentas, como el The Times, que hurgaba en la «humillación» que supone recibir un golpe tan duro para un «narcisista» como él.

«LA PERFECCIÓN EXISTE» / En Argentina, algunos fueron más lejos de lo que se atreven incluso los propios culés. En La Nación, por ejemplo, cruzaban una frontera tabú. «La perfección existe. Lo ha demostrado el Barcelona, el mejor equipo que he visto en mi vida. Ya juega para la historia. Pasará mucho tiempo antes de volver a ver un equipo como este. Disfrutémoslo mientras dure».

De momento, a la larga lista de títulos y éxitos que acumula, el triunfo del clásico, además de darle el liderato, ha servido para añadir otro récord: es el mejor inicio azulgrana de la historia de la Liga. Pero en Sant Joan Despí la vida sigue igual. Guardiola llegó como siempre a primera hora y uno de los primeros mensajes que lanzó fue que hay que dejar atrás el clásico y pensar en Osasuna. No es casual que Xavi, uno de los capitanes, ejerciera ayer de sobrio portavoz tras una noche de alegría e insomnio. «Hoy es un día para ser culé, esto es una gozada», dijo.

En el mismo vestuario, en medio de la euforia del 5-0, Guardiola recurrió otra vez a una de las palabras que han marcado el camino de un equipo que tiene el mundo a sus pies y que se ha convertido en un verdadero objeto de culto: «Ser humildes».