El Barça supera al Unicaja en el inicio de la semifinal pero acaba con el susto en el cuerpo

El Barça dio el primer paso en el estreno de la semifinal frente al Unicaja, pero el triunfo en el Palau por 84-81 dejó sensaciones muy contradictorias.

Salió con muchas dudas el equipo azulgrana de un partido que hizo suyo durante 20 minutos y en el que estuvo a punto de estrellarse en una segunda mitad pésima, de nervios y tensión, en la que fue incapaz de controlar el rebote (20 en ataque lograron los malagueños, casi tantos como los azulgranas capturaron en total, 25).

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 Cerró el Unicaja el arranque de la serie con la sensación de que compitió y tiene opciones de complicarle la vida al equipo de Jasikevicius, pese a que estuvo pésimo desde el triple (6 de 31) y su estrella, Kendrick Perry (2 puntos), estuvo desaparecida.

El Barça se encargó, de inicio, de marcar el nivel de la semifinal con un juego muy físico, en el que se encontró más cómodo que el Unicaja, y de buenas decisiones en ataque, liderado por Mirotic. 

El plan de partido diseñado por Jasikevicius funcionó bien, pero solo hasta el descanso. No permitió correr al equipo malagueño y limitó su pegada desde el exterior. Así, al Unicaja le costó muchísimo aguantar el pulso el ataque (solo sumó 31 puntos en el primer tiempo) y, en cambio, no encontró la forma de taponar las vías de agua que fue capaz de generar el Barça.

 Movió bien el balón el cuadro catalán, con mucho equilibrio entre las acciones interiores y su acierto exterior. Estuvo en porcentajes muy altos desde el triple (igual que en cuartos de final ante el Valencia) y eso le permitió abrir brecha en el descanso (45-31).

🍽️ El pase de Dylan Osetkowski es 𝓅𝓊𝓇𝒶 𝒹𝑒𝓁𝒾𝒸𝒶𝓉𝑒𝓈𝓈𝑒𝓃

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Cambio de decorado

En ese escenario adverso, el Unicaja fue capaz de reengancharse otra vez en el partido enlazando varias acciones rápidas y a través un protagonista inesperado: el exmanresano Yankuba Sima, que dominó la zona y sumó 9 puntos de sus 19 puntos en el tercer periodo. El Barça encajó un parcial de 3-11 en contra en apenas tres minutos y, además, se vio superado por un rival mucho más intenso y eso disparó las acciones de los malagueños que llegaron a situarse a dos puntos antes de que Vesely despertara y devolviera la iniciativa a los azulgranas al final del tercer cuarto (66-58).

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La inferioridad en el rebote de los azulgranas, superados una y otra vez por deseo y ganas de los malagueños (45 en total frente a los 25 de los barcelonistas), convirtió el último cuarto en un suplicio para el equipo de Jasikevicius, cada vez más presa de los nervios y de la inseguridad.

🗣️ Saras Jasikevicius: "El @unicajaCB va a reaccionar. Tenemos que estar preparados".

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En cada ataque, el Unicaja dispuso de dos y hasta tres opciones para anotar con rebotes ofensivos, con un papel destacado de Kalinoski y de Sima a la hora de hacer un roto a la defensa catalana, y eso fortificó su confianza, para disponer de la última jugada con opciones de empatar. El Barça, mientras, tuvo que sufrir cada canasta, pero al final consiguió escapar al drama que se intuía y eso le permitirá afrontar la segunda entrega, mañana también en el Palau, con algo más de confianza.