Baloncesto

El Bàsquet Girona vive una tarde para olvidar en Vitoria

El equipo de Aíto encaja 19 triples, hace agua en ataque y pierde claramente un partido en el que solo se salvan las actuaciones de Fjellerup (16 puntos) y Gasol (16 puntos, 9 rebotes)

Quino Colom

Quino Colom / ACB photo

Carles Rosell

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Tenía razón Aíto García Reneses, entrenador del Bàsquet Girona, cuando el viernes le daba "un porcentaje pequeño" de posibilidades de victoria a su equipo en el Buesa Arena. Está claro que se puede perder contra el Cazoo Baskonia, uno de los conjuntos líderes en la clasificación y al mismo tiempo el mejor ataque de la competición. Pero este mínimo porcentaje se esfuma si se juega cómo han jugado los gerundenses esta tarde en Vitoria. A las excesivas pérdidas (16), se le suma un ataque apresurado y sin ideas, y una defensa que ha hecho aguas y ha dado demasiadas facilidades. Tantas, que los locales clavaron 19 triples, con un Hommes superlativo (21 puntos). El 95-68 lo explica todo. Una diferencia que ya era amplia al descanso (55-23) y que la mejora del tercer cuarto, la única hebra de luz junto a las actuaciones de Marc Gasol y Fjellerup (16 puntos cada uno), no sirvió para mermar. Séptima derrota en nueve partidos, alarmas encendidas y el enfrentamiento de esta próxima semana ante el Breogán que gana aún mayor importancia.

En 40 minutos, el Bàsquet Girona nunca ha tenido ninguna opción. Ninguna. Salvo un tercer período digno, con una defensa más ajustada y por fin cierta clarividencia de Quino Colom a la hora de dirigir, la actuación en líneas generales ha sido desastrosa. En Vitoria, contra un rival que dispone de excelentes anotadores, el equipo de Aíto ha dado demasiadas facilidades, siempre ha corrido detrás del balón y cuando lo ha tenido, nunca ha apostado por la serenidad y la paciencia . Por el contrario, se ha aventurado a igualar el ritmo de su adversario, lo que le ha llevado al suicidio.

Números negados

En un visto y no visto, el Baskonia se ha colocado con un 25-5 a su favor. Horribles números en ataque de los gerundenses, que cerraron el primer cuarto con un alarmante 2 de 8 en triples. Las pérdidas, una constante, han subido hasta la decena al llegar el descanso, cuando ya se perdía por más de 30 puntos de diferencia (55-23). Sólo Fjellerup ponía cierto criterio a la hora de atacar. En cambio, tarda en olvidar de Kameron Taylor, precipitado y desesperado, desacertado y superado. Kotsar, desde la línea de tiros libres, ha situado la máxima ventaja (57-23) antes de que, por fin, el Bàsquet Girona se dignese a jugar con ideas, elevando el tono defensivo e impidiendo los lanzamientos fáciles de su contrincante. Baskonia empezó a errar los tiros exteriores y las cestas a favor empezaron a llegar. El parcial ha sido de 0 a 14. Algo de esperanza, porque incluso las diferencias han descendido de los 20 puntos (62-43).

Pero este equipo no tiene continuidad y ha vuelto a desaparecer, borrado del mapa cuando los de casa se han puesto de nuevo. Hommes, Thompson y Howard han vuelto a encontrar canasta por fuera, mientras que Enoch ponía la contundencia por dentro. Así, imposible. Nadie pensaba ya en la remontada, pero es que ni siquiera se ha podido aguantar el ritmo del tercer periodo, por lo que se ha cerrado el partido con casi una desventaja de 30 puntos. Empleo de miedo el que tiene Aíto, que si pide semana tras semana que la clave para competir es la mejora, hoy ha quedado claro que el paso, si se ha dado, ha sido hacia atrás.