Baloncesto

Musa, el 'niño de la guerra' que triunfa en el Breogán

El alero de 22 años se estrena en el debut de la Liga Endesa con una sobresaliente actuación para acabar como MVP

Musa

Musa / ACB Photo

Luis Mendiola

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Todas las miradas de los aficionados al baloncesto en España se han vuelto hacia Dzanan Musa (8 de mayo de 1999, Bihac) gracias a su actuación este domingo en su debut en la Liga Endesa con el Río Breogán.  El joven jugador bosnio, de 22 años y 2,06 de estatura, solo ha necesitado una jornada para convertirse en uno de los focos de atención de la ACB: 25 puntos, con cuatro triples sin fallo, 7 rebotes, 2 asistencias, 35 de valoración. En Lugo están de enhorabuena. En su vuelta a la élite, son líderes en la primera jornada y han encontrado, casi sin esperarlo, a un referente al que seguir.  

La llamada del Breogán emergió este verano para Musa como una segunda oportunidad. El sueño que alimentó desde niño era alcanzar la NBA. Pero su meteórico ascenso a la cima no ha seguido el guion esperado. A los 11 años había dejado atrás su etapa en Bihac para instalarse al margen de su familia para formarse en Sarajevo. “Siempre estaré agradecido a mis padres por ello, porque me dejaran perseguir mi sueño, aunque fue muy duro encontrarme solo con 11 años en aquella ciudad”, admite en el documental ‘Something in the water’ que narra su historia de forma paralela a la Luka Doncic. Su condición de musulmán también le hizo vivir algún episodio de vejaciones.

Paso por Brooklyn

A los 15, ya competía en la Primera División croata con el KK Cedevita y llegó a participar en algunos partidos de la Euroliga, para convertirse en el noveno jugador más joven en el debutar en esta competición, aunque su carácter era difícil en esos inicios y chocó con mucha gente. “A veces era arrogante y egomaníaco”, llegó a acusarle el presidente del club. “Yo quería ser un líder y cuando el entrenador no contaba contigo era frustrante”, recuerda. A los 20 años, los Brooklyn Nets lo escogieron en el ‘draft’ de la NBA del 2018, el mismo en el que Luka Doncic fue elegido como el número dos por Atlanta para traspasarlo de manera inmediata a los Dallas Mavericks.

Pero si la carrera de Doncic no ha parado de superar las expectativas hasta convertirse en una de las grandes estrellas del baloncesto a nivel global, la de Musa no acabó de despegar. En Brooklyn no acabó de encontrar acomodo. En su primer año solo jugó nueve partidos. Su salida fue el filial de la G-League, Long Island Nets. En el segundo, empezó a jugar algo más hasta el parón de la pandemia. Un traspaso acabó llevándole a Detroit que, a las pocas semanas, acabó dejándolo fuera de la plantilla.

Su padre, su héroe

El Anadolu Efes surgió al rescate la pasada temporada, cuando estaba sin equipo. Le ofreció un contrato de dos temporadas. Pero apenas compitió con el equipo que se proclamaría campeón de la Euroliga, que le rescindió el contrato en junio. El salvalvidas del Breogán le llegó justo a tiempo. Una puerta para reconducir una carrera que tuvo un momento rutilante en las categorías inferiores: el triunfo de Bosnia en el Mundial sub-17, disputado en Zaragoza en el 2016, que sacó a la afición de la pequeña república balcánica a las calles para la celebración.

 “No hay palabras para describir el orgullo que sentimos en ese momento”, reconoce su padre, Raomir, de profesión militar, que participó en la guerra de Bosnia, y a quien Dzanan considera su héroe. ”La gente de Yugoslavia tiene un autodisciplina que no se ve en otros  países. Somos niños de la guerra. Yo cuando nací ya había terminado, pero la sentí porque mi padre estaba en el ejército. Él era el responsable de 2.000 soldados. «Tenemos ‘un algo’ que nadie puede describir porque esa guerra horrible nos hizo más fuertes», es una de las reflexiones de Musa en ese documental para explicar lo que ha forjado su carácter, el de un superviviente que ahora triunfa en el Breogán.

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