Mirotic rescata al Barça de una montaña rusa ante el Baskonia

Hay episodios desconcertantes en la trayectoria del Barça esta temporada. Momentos en los que el equipo de Jasikevicius es capaz de bordar sus actuaciones. Y otros en los que resulta desesperante. Frente al Baskonia se vieron las dos caras. Se vieron flashes del campeón de Copa (en el primer cuarto y en el último) y muchos minutos para tirar a la basura, con actuaciones muy discretas de jugadores que deben ser importantes, como Higgins (inseguro), Smits (espeso), Davies (descentrado) o Calathes (poco lúcido).

De o ser por Nikola Mirotic, que apareció por todas partes, para sumar en ataque y arremangarse en defensa (18 puntos, 10 rebotes y 26 de valoración, MVP de la velada), el Barça se habría podido llevar un disgusto en esa montaña rusa de sensaciones en la que se movió en el partido.  A la estela del ala-pívot montenegrino,  que disputó su partido 100 como azulgrana, se sumaron Hanga y, en menor medida, Higgins para hacer reaccionar al equipo en el último periodo y llevarse una victoria que lo mantiene en cabeza (71-57).

El Barça borró de la pista al Baskonia en el primer cuarto, en el que solo permitió cuatro puntos en contra, y disparó su ventaja (25-4). El inesperado dominio del equipo de Jasikevicius fue consecuencia de su solvencia atrás. También de unos excelentes minutos ofensivos–encadenó tres acciones de tres puntos, do s triples de Higgins y Mirotic y un 2+1 de Higgins-  pero sobre todo fue demérito del equipo de Ivanovic, que falló 14 de sus primeros 16 lanzamientos a canasta, algunos sencillas bandejas bajo el aro rival

Escenario de caos

En esa situación de máxima alarma, el Baskonia apostó por el riesgo. En un escenario de caos, con acciones aceleradas, el vitoriano se mueve con comodidad. Es el espíritu que transmite Ivanovic a sus jugadores.  Y el Barça, en cambio,  empezó a devolver los favores que se había cobrado, en forma de pérdidas de balón, mala selección de tiros concesiones en el rebote. En un espesura absoluta.

 La consecuencia fue que el Baskonia, con mucha más actividad defensiva, construyó un sonrojante parcial de 0-16 con el que le devolvió el golpe al equipo catalán (del 30-10 al 30-26). Ivanovic encontró un quinteto que le permitió cerrar de forma hermética su zona, asegurar el rebote y correr en transición, un estilo en el que el Pierria Henry se mueve como pez en el agua y en el que Fall fue un martillo pilón. El balance de ese segundo parcial hizo evidentes las razones por las Jasikevicius se queja en muchas  ocasiones de sus jugadores: no saben rematar los partidos cuando lo tienen todo de cara.

De dominar con claridad por 21 puntos de ventaja, el Barça pasó a irse con muchas dudas vestuario y el Baskonia totalmente renacido (37-26) y con fuerzas para discutirle el triunfo. Esa dinámica se mantuvo prácticamente hasta el último periodo (59-54, m. 35) hasta que Mirotic decidió adueñarse de las operaciones, dar tranquilidad a sus compañeros y acabar con la racha de cinco victorias con las que llegaron los vitorianos al Palau.