El Madrid reacciona a tiempo ante el Tenerife para volver a la final

El Madrid estará en la final de la Copa para defender el título que conquistó hace un año en Málaga. Pero para conseguirlo tuvo que sudar sangre para imponerse por 85-79 al Lenovo Tenerife, que dominó durante 27 minutos, en algunos momentos hasta por 18 puntos, y llevó al equipo blanco hasta el límite.  

La entrada de Llull (11 puntos, 5 asistencias) y la intimidación y el control del rebote de Tavares (15 rebotes, 4 tapones) volvieron a meter al Madrid antes del descanso (40-46), después de una primera parte modélica del Tenerife, en la que dominó todas las facetas del juego y en la que parecía capaz de romper el partido (22-40, m. 16) con un planteamiento casi sin errores. Huertas y Fitipaldo marcaron el ritmo de juego de los tinerfeños, que tuvieron el viento de cara durante muchos minutos gracias a su espectacular acierto exterior, a pesar del mal partido de Shermadini.

Con Thompkins y Deck en malos porcentajes, con Abalde y Laprovittola desaparecidos, el Madrid vivió con la soga al cuello durante muchos minutos hasta que Llull tomó el mando. Su velocidad a campo abierto y el hegemónico dominio de Tavares en las zonas cambiaron el sentido del juego, dándole una vida extra al equipo de Laso.

El ejemplo de Llull cambió las sensaciones del Madrid, a cuyo rescate se sumaron también  Carroll, Causeur y una versión mucho mejor de Deck. También acusó el Tenerife el paso adelante defensivo de los blancos, que fueron adueñándose del ritmo y acabaron por darle la vuelta al encuentro a tiempo (61-59, m. 28) para entrar en la fase decisiva en un escenario favorable, donde la experiencia de sus jugadores acabó imponiéndose.