El Joventut sucumbe ante el poderío de Baskonia

En su condición de participante alejado del favoritismo, casi en las antípodas, la puesta en escena del Joventut en la Copa del Rey 2021 tuvo pocos elementos reprochables, con una actitud intachable y una implicación plena. Aun así, el potencial y el rendimiento del Baskonia, tan serio como eficiente, relegó a los jugadores de Carles Durán a estar subyugados en el partido, sin posibilidad de alterar lo que sería una victoria por nueve puntos para los vascos que les lleva a semifinales, y la eliminación copera de La Penya a la primera de cambio. 

Ya en los albores del partido, el Baskonia empezó a imponer su ritmo machacón de anotación que maneja Dusko Ivanovic desde el banquillo. Como un sistema mecanizado que mantiene invarialble su rítmico movimiento gracias a una energía inagotable, el Baskonia dejó en nada el laborioso desempeño del Joventut, insuficiente para llegar al final del primer cuarto por debajo de los diez puntos de desventaja. 

Superioridad baskonista

No hubo acercamiento en el marcador de la Penya, ni con al acierto inicial de Dimitrijević ni con el de Jackson después, pese al liderazgo de Tomic. El Baskonia neutralizaba sistemáticamente cualquier ofensiva catalana, bajo el liderazgo de un espectacular Henry, para volver a colocar esa diferencia de diez puntos que se mantuvo invariable hasta los minutos decisivos. 

La facilidad anotadora de Giedraitis y el despliegue de Polonara en los dos lados de la pista (el mejor del partido con casi 30 de valoración), además del imponente poderío físico en la zona de los baskonistas, fueron demasiados impedimentos para hacer viable la remontada de la Penya, cuyos jugadores se fueron cargando de faltas y de razones en contra de su renacer en el partido. 

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Así llegó el último cuarto, con esa sempiterna de diez puntos que, ante la cercanía del final y pese a los intentos del Joventut, el Baskonia conservó hasta el final con solvencia impulsada por la exigencia innegociable de su técnico.