UN DIAMANTE EN MÁLAGA

Yannick Nzosa, el fenómeno que viene en la ACB

El pívot congoleño de 2,10 dispara la ilusión de la afición del Unicaja con su salto a la élite con 16 años

Yannick Nzosa, jugador de Unicaja, en una foto de de un entrenamiento en Málaga

Yannick Nzosa, jugador de Unicaja, en una foto de de un entrenamiento en Málaga / periodico

Emilio Fernández

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Quién no recuerda la irrupción de Ricky Rubio en la ACB con 14 años. A Pau Gasol explotar en la Copa de Málaga del 2001, con 19 años. O a Luka Doncic, asombrar en su debut con 16 años y 2 meses, intuyendo ya su futuro NBA. Muchas de esas sensaciones se despertaron, otra vez, entre los aficionados al baloncesto y, especialmente del Unicaja, con la aparición del pívot congoleño Yannick Nzosa, que debutó hace seis días en la élite del baloncesto español con tan solo 16 años y 10 meses (16 de noviembre de 2003, Kinshasa), un talento físico de 2,10, al que todos los pronósticos sitúan en el draft de la NBA de aquí a un par de temporadas e incluso en el Top 10 de la primera ronda.

Empezó de portero

Sucedió en el segundo cuarto del Andorra-Unicaja del pasado domingo. A seis minutos del descanso perdía el cuadro malagueño por  34-26, cuando el técnico Luis Casimiro giró la mirada hacia Nzosa, que ya había dejado algunos destellos en la pretemporada, pero que no había contado en los dos primeros partidos de la Liga. Nzosa se estrenó anotando la última canasta del segundo cuarto, que puso al Unicaja por primera vez con ventaja en el marcador, 36-38. Sus números fueron al final claves en la victoria cajista, la primera en esta Liga: 10 puntos (5/5 en tiros de 2), 3 rebotes, 2 tapones en 18 minutos. Es el tercer jugador con esta edad en sumar 10 o más puntos, tras Ricky Rubio y Luka Doncic.   

          

Nzosa se inició en el deporte jugando al fútbol de portero en las calles de Kinshasa. Pero sus condiciones físicas no escaparon a uno de los cazatalentos del New Generation Basketball, uno de los clubs de la ciudad. El paso siguiente le llegó  fuera de la República Democrática del Congo, recalando con 14 años en Roma, en la prestigiosa academia Stella Azurra, después de que no cuajara la alternativa de la Canterbury Academy, en Las Palmas.

Litigio en la FIBA

No fue hasta el verano de 2019 cuando  llegó a Los Guindos para asentarse en Málaga, aunque el Unicaja mantuvo un litigio por sus derechos con el Stella Azzura. La FIBA falló en favor del cuadro cajista, a cambio de una compensación de algo menos de 25.000 euros. Pero el conflicto provocó que Nzosa se pasara casi toda la temporada 19/20 fuera de las pistas ya que la resolución llegó justo antes de que se paralizara todo en marzo por la pandemia. La FIBA solo le permitió disputar el torneo de la Euroliga (Adidas Next Generation), donde el cuadro malagueño jugó la final, perdiendo frente al Gran Canaria y Nzosa firmó grandes números (15 puntos, 9,5 rebotes y casi 4 tapones).           

Con contrato hasta 2024 en Málaga, la idea era que Nzosa se rodara este curso en el equipo cajista de EBA y fuera el jugador franquicia del júnior del Unicaja en el Campeonato de España. Pero después de tenerle en la pretemporada, Casimiro decidió que siguiera en dinámica de primer equipo. Así que su debut en Andorra, que tendrá continuidad este sábado en el encuentro frente al Baxi Manresa, cabe interpretarlo tan solo como un paso más en una carrera vertiginosa y que ya se antoja muy especial.