El Barça firma un triunfo convincente en su estreno europeo ante el CSKA

La puesta en escena del Barça de Sarunas Jasikevicius en Europa se saldó con un triunfo solvente frente al CSKA  Moscú, uno de los  ‘cocos’ de la competición (76-66).  Nadie duda de que el equipo de Dimitris Itoudis, aún vigente campeón (el  título  quedó  desierto esta pasada temporada por la pandemia) estará entre los candidatos a la ‘final four’. Pero en  su visita a un Palau privado  de público en las gradas, fue el equipo azulgrana el consiguió inclinar a su favor la primera batalla, el  que actuó con la cabeza más fría, adueñándose de algunas  de las facetas importantes del juego como la batalla por el rebote (31 por 25) y el acierto desde el triple (6 de 15, un 40% de acierto), y dejándose alguna asignatura pendiente como las pérdidas de balón (16), una cifra excesiva. Mirotic, Abrines y Davies fueron referentes de esta primera victoria europea. 

Ofreció el Barça buenas sensaciones durante muchos minutos, especialmente en el primer tiempo. La intensidad, la actitud, el trabajo defensivo fueron algunas de las virtudes que mostraron los hombres de Jasikevicius, que se desplegaron de forma modélica en  el primer cuarto, dominándolo con mucha autoridad (24-14 m .10) y luego supieron mantener la compostura durante tres cuartas partes del partido, hasta que en último periodo se le complicó todo ante el despliegue físico del CSKA como, por otra parte, era de esperar.

Mirotic, motivado

Durante el primer tiempo supo compartir bien el balón el Barça, buscó con acierto las acciones interiores de Mirotic y Davies, y tuvo paciencia para conseguir buenas posiciones de lanzamiento para llevar sus ventajas en algún instante hasta los 14 puntos (35-19).  Mirotic buscó el protagonismo, espoleado seguramente por el pique que arrastra desde hace tiempo con Shengelia, al que le ganó la mano. Y Davies actuó con una determinación que recordó, por momentos, al de su etapa en Zalgiris. Aun así, el CSKA acabó encontrando la llave para no irse del partido en  las acciones  individuales de Hilliard y Hackett, dos jugadores de rachas.

En las piezas de banquillo, encontró Itoudis la pólvora para reducir el daño en el descanso (41-33) y para que el Barça no consiguiera romper el partido, aunque lo intentó en el tercer cuarto después de un par de triples consecutivos de Abrines y Calathes  que le devolvió una máxima diferencia (49-35, m. 22).

Pero el encuentro acabó  espesándose por la vuelta de tuerca defensiva de los dos, especialmente del CSKA, que elevó el  número de errores y pérdidas del Barça e hizo que el  marcador se apretara (57-55, m. 32) en el último periodo y exigiera lo mejor de los barcelonistas. En ese escenario de máxima exigencia, el trabajo en defensa del  Barça y el protagonismo de Abrines y Davies dio el aire suficiente al cuadro de Jasikevicius para sentenciar.