LA COPA DEL REY DE BALONCESTO

El Madrid arrolla al Unicaja en una final sin emoción

Campazzo reina en un partido roto antes del descanso en el que los malagueños pierden a Jaime Fernández y Toupane por lesión (68-95)

El madridista Campazzo controla el balón presionado por Jaime Fernández, que se retiró lesionado

El madridista Campazzo controla el balón presionado por Jaime Fernández, que se retiró lesionado / periodico

Luis Mendiola

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El Madrid volvió a coronarse en Málaga como campeón de Copa, ampliando la hegemonía de la última década. Pero ninguno de los seis títulos que ha conseguido en este periodo, llegó con la facilidad que adornó su victoria de este domingo frente al Unicaja (68-95). La final en el Martin Carpena no tuvo color. Resultó un monólogo de principio a fin de los jugadores de Pablo Laso, dirigidos con una enorme brillantez por un jugador imprevisible y genial, llamado Facu Campazzo, que recibió el título de MVP con todo merecimiento.

Así lo reconoció también Laso al sustituirlo a falta de tres minutos, con el título atado y bien atado por los blancos (57-87). Era su particular homenaje. El base argentino se sentó para recibir la ovación del Martín Carpena con números espectaculares: 13 puntos, 13 asistencias y un increíble +38 con él en cancha para los blancos. Ese mismo nivel ya lo demostró frente al Bilbao, en cuartos, y ante el Valencia, en las semifinales. Con Campazzo, al frente de las operaciones, el Madrid se dejó ver en modo apisonadora y pasó por encima de un Unicaja que en ningún momento tuvo opciones y que, castigado por los problemas físicos, perdió en el primer tiempo a Jaime Fernández y a Toupane, que tuvieron que seguir ya el resto del partido desde la banda. 

Con 17 triples anotados (un 56% de acierto) y una exhibición anotadora, el Madrid dejó todo visto para sentencia ya en el descanso al que llegó con 15 puntos de diferencia (28-43). Los jugadores de Laso fueron capaces de transmitir en todo momento una enorme sensación de superioridad y eso le llevó a levantar el 28ª titulo de su historia, el sexto de Pablo Laso, el más laureado del torneo superando a Aíto García Reneses.

“Hemos sido capaces de ser dominantes y eso al final se ha reflejado en el marcador, pero no ha sido fácil”, explicó Laso, que se confesó muy satisfecho por el trabajo de sus hombres. “El partido que hicimos fue tremendo”, explicó con orgullo Campazzo.

Solo Brizuela

Era muy difícil el reto para el Unicaja frente al la versión arrolladora con la que se presentó el Madrid en Málaga, con Campazzo y Tavares en su perfil dominante, justo después de una minicrisis en enero. Pero se hizo aún más complicado aún  para el cuadro malagueño por el impresionante nivel de acierto que mostró el equipo de  Laso y los problemas físicos que arrastraban piezas claves del Unicaja, como Jaime Fernández, Toupane o Carlos Suárez.

Los dos primeros tuvieron que retirarse en el primer tiempo por molestias que habían arrastrado en toda la competición y que acabó asándoles factura. Suárez pudo seguir, aunque mermado con un doloroso golpe en la mano. La baja de los dos primeros requería que jugadores importantes de la plantilla andaluza como Adams, Waczynski o Alberto Díaz, uno de los héroes en la exhibición de semifinales frente al Andorra, dieran un paso adelante. Pero el único que intentó arrastra al equipo fue Darío Brizuela. Muy poco argumento frente a un rival enchufado como nunca.

El Madrid fue capaz de desplegar todo su talento. Y tiene mucho. Campazzo se encargó de dirigir las operaciones y abrir  la fiesta desde el triple de los madridistas. Pero Jaycee Carroll se aplicó en la final con una ambición voraz, Randolph volvió a mostrarse letal desde la media distancia, igual que Thompkins o Taylor.  En el equipo de Laso aparecieron todos, en un momento u otro y, en cambio, en el Unicaja todo fue discreción, a excepción de Brizuela.