CONFESIÓN EN LAS REDES

"He vuelto, he acabado con esta pesadilla", anuncia Abrines tras cinco meses fuera del baloncesto

"Todo se rompió en mil pedazos", afirma el jugador mallorquín para explicar los problemas que cortaron su carrera en la NBA

El jugador Álex Abrines dedica una vídeo-carta al balón de baloncesto

El jugador Álex Abrines dedica una vídeo-carta al balón de baloncesto. / periodico

Luis Mendiola

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Álex Abrines anunció su regreso a las canchas de baloncesto. No explica cuál será próximo destino, pero sí que volverá a jugar después de cinco meses de ausencia. El alero mallorquín, de 25 años, internacional con la selección española y jugador durante estos tres últimos años de la NBA, rescindió el pasado febrero su contrato con los Oklahoma Thunder, una noticia que generó una enorme conmoción en el mundo del deporte. Abrines rompió ayer el muro de silencio que ha existido hasta ahora, para explicar, en un emotivo video que ha colgado en las redes sociales, que todo ha sido consecuencia de una depresión que, por suerte, está superada.

La recuperación del deportista balear refuerza las opciones de que pueda regresar al Barça esta próxima temporada, club en el que jugó cuatro años (20-12-2016), ganó una Liga y una Copa, y que aún mantiene sus derechos en Europa tras su marcha a la liga estadounidense, lo que eleva aún más la expectación en torno al proyecto que está construyendo el club para luchar por todos los títulos, especialmente la Euroliga.

“Todo se rompió en mil pedazos hace unos meses porque me empezaste a dar miedo”, asegura el jugador mallorquín en el video que publicó en su cuenta de Twitter, reconociendo la situación de presión y ansiedad que sentía cada vez que se acercaba a una cancha de baloncesto, razón que le llevó a pedir ayuda a profesionales. “Pero he vuelto. He recuperado la sonrisa”, afirma.

La pesadilla para Abrines, como el jugador la define, empezó el pasado diciembre, cuando los Thunder lo incluyeron en la lista de inactivos, sin ninguna explicación. El hecho resultó sorprendente porque el internacional español (tienen un bronce olímpico en Río y otro en Europeo del 2017) era un fijo en las rotaciones de Oklahoma, el club que le firmó un contrato de 17 millones de dólares por tres temporadas en el verano del 2016, con una plantilla construida en torno al liderazgo de Russell Westbrook.

Con un papel cada vez más claro de tirador, el promedio de minutos de Abrines se acercaba a los 20 por partido en esta tercera campaña, con 5,3 puntos de media y un 32,3% de acierto en el triple. A principios de diciembre, el alero de Palma se salió ante los Hawks (7 de de 11 en triples), precisamente coincidiendo con la primera visita de su abuela a Oklahoma, a la que regaló una de sus mejores actuaciones.

En la lista de inactivos

Poco antes de Navidad, jugó su último partido ante los Wolves, contra los que disputó 27 minutos. A partir de ese instante empezó su calvario, acumulando hasta 13 partidos inactivo. Volvió a jugar el 21 de enero, en la visita al Madison de Nueva York. Pero volvió a entrar y salir de las listas sin más. Pocos días antes del cierre del mercado de la NBA, el 9 de febrero, los Thunder anunciaron la rescisión del contrato. No hubo muchas más explicaciones. Solo un escueto comunicado en el que se aducían motivos personales. “Alex ha lidiado con algunos problemas personales, y esperamos que pueda resolverlos, especialmente por él, y ojalá pueda volver a jugar”, fue la explicación del técnico de los Thunder, Billy Donovan.

Desde ese instante, un respetuoso silencio ha rodeado a Abrines, en un intento también de respetar su intimidad. Sus apariciones públicas se han ido dosificando, con algunos tuits dedicados al triunfo de Marc Gasol en la final de la NBA, al ascenso del Mallorca a Primera, o a su partida de videjuegos con algún conocido youtuber como Outconsumer. Hasta su carta-mensaje de ayer dirigida al balón, en el que se sincera por completo.

 “Hace unos meses todo se rompió en mil pedazos porque empezaste a darme miedo. No te podía ni ver. Incluso llegué a odiarte”, cuenta Abrines en el video. “Vernos era poco menos que una obligación. A la más mínima oportunidad te esquivaba. Solo quería huir de ti y de todo lo que te rodeaba. …. Por eso pedí ayuda a los míos. Y recurrí a los mejores profesionales para recuperar la felicidad que sentía cuando estábamos juntos. Por eso decidí decir basta. Quería luchar por nuestra amistad y recobrar juntos la sonrisa. No ha sido fácil. Muchas veces he pensado en tirar la toalla… Pero nada ni nadie me ha calado tanto como tú. Así que me he armado de valor para acabar con esta pesadilla. Y lo he conseguido. He recuperado la sonrisa, las ganas de verte y de pasar una hora y mil horas juntos. Querido balón. He vuelto".