LA COPA DEL REY DE BALONCESTO

El Barça defenderá su corona

El equipo azulgrana se planta en su segunda final consecutiva tras dominar al Tenerife, que maquilló el marcador al final (92-86)

El azulgrana Adam Hanga  entra a canasta en presencia de Beirán

El azulgrana Adam Hanga entra a canasta en presencia de Beirán / periodico

Luis Mendiola

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Los cimientos que está levantando Pesic empiezan a dar cierta imagen de solidez. El Barça lo demostró clasificándose para la final de la Copa del Rey, la segunda consecutiva, después de deshacerse del Tenerife por 92-86. Fue una semifinal con dos guiones distintos. Durante 30 minutos, el equipo del técnico serbio arrolló, llevando sus ventajas hasta los 21 puntos. En el último cuarto, el Tenerife, un equipo que nunca se rinde, peleó a la desperada para cambiar su suerte e incluso llegó a creérselo, tras acercarse a cuatro puntos (87-83), por un  espíritu excesivamente contemplativo de los barcelonistas, que aún así defenderán la corona conquistada hace un  año en Las Palmas.

Pau Ribas y Heurtel llevaron la batuta en un partido marcado por las pizarras. Hicieron jugar al equipo y sumaron en ataque cuando hizo falta. El Barça ha aprendido a imponerse en varios escenarios. Progresa a buen ritmo según avanza la temporada y, en el Wizink Center, volvió a hacer una sólida actuación coral, sobre todo en defensa y quitó emoción a una semifinal que parecía mucho más equilibrada sobre el papel que lo que reflejó el marcador. El apretón final del Tenerife le puso algo de salsa. 

El planteamiento del técnico azulgrana se llevó a rajatabla: marcar las normas desde el primer instante para pinchar la ilusión del equipo de Vidorreta. En 20 minutos, los barcelonistas habían dejado las cosas claras y anticipado el desenlace y poco antes del tercer cuarto, ya habían superado la barrera de los 20 puntos (69-48) sin necesidad de pisar el acelerador.  El resto fue un reto imposible para los canarios.

Jugar con paciencia

Con Pesic, el Barça ha vuelto a jugar con paciencia, ha aprendido a no precipitarse, a buscar siempre la mejor solución, antes de ejecutar el plan. Esa virtud se hizo evidente frente a un rival como el Tenerife, capaz de desquiciar al rival por su ritmo pausado, sus posesiones largas, su intensa defensa, su propensión a no conceder canastas fáciles.

Tenía la lección aprendida, además, el equipo azulgrana tanto por su reciente partido liguero en Canarias, donde salió trasquilado  hace apenas 13 días, como por el sufrimiento de inicio en cuartos ante el Valencia. Así que desde el inicio actuó con una enorme concentración, empeñado en su particular venganza, minimizando los errores, y aplicándose con intensidad máxima en defensa y eso le permitió hacerse con las riendas del partido e ir ensanchando sus ventajas hasta abrir un hueco confortable ya en el descanso (41-29).

También tuvo algo que ver la titularidad de Heurtel y Ribas, dos jugadores sobrados de talento, a los que Pesic recurre cuando necesita clarividencia en ataque. Ambos estuvieron a la altura, moviendo con inteligencia el balón y encontrado pases cómodos para las penetraciones de Claver, superior físicamente a Beirán, o los triples de Kuric.

La pareja de interiores del Tenerife, Iverson y Abromaitis, no lo tuvieron tan fácil para ganarse el espacio en la zona como contra el Unicaja y  salieron claramente perdedores en la pelea por el rebote, tampoco los tiradores de Vidorreta tuvieron el día (volvieron a lanzar una treintena de triples, en su media) ante el cordón defensivo de los azulgranas y en ese  escenario de  superioridad en la mayoría de las batallas, la confianza del Barça fue fortaleciéndose sin que las rotaciones de Pesic, para dar aire a sus jugadores, pesaran. Singleton jugó 28 minutos y Ribas, 25, pero el resto no llega a la veintena y seis de ellos superaron la decena de puntos.

La paciencia volvió a dar sus frutos al Barça que dio el golpe definitivo con un parcial de 12-4 en apenas cuatro minutos en el tramo final del tercer periodo,  subiendo ligeramente su intensidad y a partir de ese instante, Pesic reservó fuerzas para lo que aguarda este domingo y el Tenerife, por una cuestión de orgullo, remó y remó para maquillar el marcador, mientras su técnico se desgañitaba y pedía  de forma vehemente una falta (se puso de rodillas), lo que costó una segunda técnica y la exclusión. Fue un esfuerzo encomiable, que mereció el aplauso de una grada volcada con los canarios. Eso sí lo consiguió. 

Ficha técnica

 FC Barcelona: Heurtel (11), Ribas (14), Claver (7), Singleton (2), Tomic (4) –cinco inicial- Seraphin (10), Pangos (12), Hanga (11), Oriola (9 ), Kuric (12)

8 de 22 triples (Kuric, 2). 27 rebotes, 8 of. (Seraphin, 4). 9 asis. (Pangos, 3)

Tenerife: San Miguel (6 ), White (3 ), Beirán (2 ), Abromaitis (24 ), Iverson (13 ) –cinco inicial- Staiger (6 ), Richotti (3),  Niang (- ),  Brussino (3 ), Bassas (13 ),  Gillet (5 ).

11 de 30 triples (Abromaitis, 3), 30 rebotes, 10 of. (Iverson, 8). 17 asis. (Beirán, 4)

Parciales: 17-15; 24-14; 31-23; 20-34  

Pesic: "Jugamos perfecto durante 35 minutos"

El técnico del Barça, Svetislav Pesic, se quedó con  lo bueno del partido y no dio valor al apagón final de su equipo, que permitió al Tenerife apretar el máximo el marcador. "Jugamos un partido muy completo, perfecto. No se puede jugar mejor. Jugamos 35 minutos con defensa, ataque, rebotes rotación....Después perdimos la concentración, quizás porque el equipo empezó a pensar en mañana e hicimos demasiados errores. De estos hay que aprender. Pero demostramos un  gran baloncesto contra un  equipo que compite, lucha, hace faltas. Pero nosotros estamos preparados para eso y hemos podido ganar sin grandes problemas". El capitán azulgrana, Pau Ribas, coincidió con el diagnóstico del preparador. "Tuvimos muchos minutos fantásticos y un  último cuarto malo. Pero mejor hoy, que no  mañana. Hay cosas que mejorar, pero hemos jugado tres cuartos sin especular".