COPA DEL MUNDO DE BALONCESTO

España inicia con buen pie el Mundial ante Japón

Xargay sobresale en un triunfo coral de la selección de Mondelo (70-84)

La escolta de la selección Cristina Ouviña lanza a canasta en el partido ante Japón

La escolta de la selección Cristina Ouviña lanza a canasta en el partido ante Japón / .45151519

Luis Mendiola

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No pudo ser mejor la puesta en escena de España, que superó los nervios y la carga de responsabilidad que podía suponerle su estreno en casa y se impuso con claridad en el debut del Mundial femenino, que se disputa en Tenerife. Con un plan de juego muy claro, el grupo de Lucas Mondelo tumbó a Japón (70-84), un rival siempre incómodo, contra el que había tenido muchos problemas en la fase de preparación, y entró así con buen pie en una competición que exige desde el primer día y que no admite errores.

“Sabíamos que Japón era un rival complicado, es un equipo de rachas. Y empezar un campeonato ganando es importante, así que estamos contentas y más ante un rival que tiene nivel y que dará sorpresas”, explicó la capitana Laia Palau al acabar.

Este domingo, el rival será Puerto Rico, superado en esta primera jornada con contundencia por Bélgica, el rival contra el que la selección se peleará, seguramente, por la primera plaza que da acceso directo a los cuartos de final.

Enganchada a la defensa, una de las señas de identidad del grupo, y también a la inspiración de la gerundense Marta Xargay, una de las jugadoras  que han llegado en mejor forma después de la fase de preparación, España supo llevar el encuentro por donde más le convenía y completar una convincente actuación coral, en la que Palau, Ndour, Ouviña o Gil se reservaron un papel destacado.

Intensidad defensiva

A base de intensidad, de un importante despliegue físico, que Mondelo propició con continuas rotaciones, la selección desconectó la principal arma de Japón: los triples (solo anotaron uno hasta el descanso), obligando así al equipo asiático a sumar en entradas a canasta y  en acciones interiores, que las jugadoras españoles supieron resolver en los emparejamientos individuales.

España, en cambio, jugó con mucha comodidad, partiendo de su dominio interior. La intimidación de Ndour, la pelea de Laura Gil o la intensidad de Nicholls, ayudaron a la selección a convertir la zona en un territorio incómodo para la japonesas. Con la magia de la incombustible Laia Palau, de 39 años, en la dirección, la selección logró correr y salir en transición, el tipo de juego en el que se siente más cómoda, y así abriendo una ventaja que llegó a los 18 puntos al descanso (21-39).

Esa dinámica se quebró a partir del tercer cuarto, que Japón se adjudicó con un parcial de 27-22, mostrándose mucho más agresiva y buscando con más insistencia los lanzamientos triples, mientras la selección baja ligeramente su intensidad, lo que provocó cierto enfado de Mondelo.

Así el encuentro entró en una fase complicada, con el equipo japonés vaciándose, corriendo, peleando por cada balón, y el equipo español contagiándose de cierta precipitación lo que llevó el marcador a encogerse y entrar en los últimos cuatro minutos a solo nueve puntos (64-73) después de un 2+1 de MawuliJapón optó por presionar en toda la cancha pero España supo resolver el problema con inteligencia poniendo en cancha a tres bases, lo que permitió pausar sus acciones y asegurarse la victoria.

Japón: Mizushima (4), Takada (10), Motohashi (10), Mawuli (9) y Miyazawa (12) -equipo inicial- Nagaoka, Fujioka (3), Machida, Fujitaka (11), Nemoto, Akaho y Okoye (11).

España: Nicholls (7), Torrens (5), Palau (9), Xargay (15) y Ndour (12) -equipo inicial-, Ouviña (12), Gil (12), Cruz (6), Casas (4), Arrojo (2) y Sánchez.